Familiares de enfermos mentales están en una encrucijada porque muchos de los medicamentos que le recetan no se consiguen y cuando entran en crisis no tienen dónde internarlos ya que el estado se quedó sin un centro especializado tras el cierre de la Colonia Psiquiátrica de Anare en 2005.
Carmen Delgado expresa que su hija sufre depresión. «La tuve internada en Caracas, pero a raíz de la pandemia me la entregaron y la tengo en la casa. Esto es terrible porque los fármacos están muy costosos».
Wilmar Echarri, psicólogo clínico, manifiesta que los casos van en aumento por el impacto de la pandemia de Covid-19. A esto se le suman unos servicios públicos colapsados y una hiperinflación que producen un estrés colectivo.
Resalta que hay depresión, paranoia, esquizofrenia, ansiedad y trastorno del sueño por una enfermedad que aún no tiene vacuna y esto genera miedo en la población que muchas veces lo somatiza.
Expresa que son muchos los afectados que llegan a las consultas y en estos momentos solo hay un psiquiatra que atiende en Sanidad, hace un llamado a los varguenses a mantener la calma, hacer ejercicios, comer balanceado, meditar, orar y sobre todo conectarse con aspectos positivos para mantener el estrés a raya.BR/jd
Beatriz Rodriguez
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