La Policía de Palermo detuvo una enfermera que fingía realizar el pinchazo de la vacuna contra el coronavirus a cambio de 400 euros para que los pacientes obtuvieran el certificado de vacunación.
Este caso se une a otros fraudes que se han multiplicado en Italia para obtener el certificado de vacunación necesario para numerosas actividades, como regresar al trabajo presencial, entrar a restaurantes y eventos musicales y deportivos.
En lugar de realizar la inoculación, la enfermera descargaba en una gasa la dosis de vacuna y luego pinchaba con la inyectadora vacía el brazo del «paciente», según han revelado las imágenes capturadas por una cámara colocada en el centro de vacunación donde trabajaba.
La investigación realizada por la unidad de investigación y operaciones especiales de la policía de Palermo culminó con el arresto de la enfermera y del líder de un movimiento antivacunas Filippo Accetta y otro complice, Giuseppe Tomasino.