La supermodelo y ex del futbolista Cristiano Ronaldo confesó en la entrevista que sus inicios en el modelaje fue duro, solo comía arroz y vivía con 40 euros a la semana. Cuando se presentaba a los casting no la querían porque su físico no encajaba en los cánones de belleza estipulados.»No me quedaba la ropa pequeña, tenía el pecho grande y la piel más oscura», explica Irina Shayk.