Vecinos de Pariata se fueron a la calle en rechazo a los “combos de hambre”
María Elena Moreno, [email protected] Como “una miseria incapaz de contrarrestar el hambre” definieron los usuarios del Pdmercal de Mare Abajo los combos de productos básicos que son entregados cada 21 días. En esta oportunidad los vecinos de Monterrey, parte media, y La Alcabala se lanzaron a la calle en rechazo a una bolsa que traía menos de seis artículos, ninguno era salado.
“Estamos pasando hambre y quieren taparnos la boca con unos productos que no duran ni una semana en la despensa. Cómo es posible que uno espere tanto tiempo para llevarse esa bolsa chucuta. Nadie come más de un mes con una harina, un arroz, una leche y un aceite”, gritó en medio de la algarabía María Carreño.
A la queja se sumó Norelys Rodríguez, quien además criticó que “ahora para poder comer uno tiene que trancar calles y hacer todo a lo bravo. Para los bachaqueros sí hay bastante comida, pero para el pueblo no”.
Pese a haber sufrido un ACV, Carmen Oviedo, aguantó durante la protesta con la esperanza de “llevar aunque sea algo, porque soy sola. Sé que expongo mi salud, pero la necesidad es más fuerte y me mueve a esto”.
Gisela Rodríguez coincidió en que “el venezolano está viviendo un mal momento. Nunca se había visto que para comer había que guerrear de esta manera. De paso que la bolsa no es suficiente, les cuesta dárnosla”.
No hay soluciones efectivas
Durante una hora los manifestantes se quitaron de la vía dando tiempo a que llegaran más artículos para hacer la bolsa más resuelta. “Efectivamente llegó más pero no es suficiente. Calarse atropellos de los empleados, de los policías, calor y rabia fue el precio que pagamos por tres kilos de harina, dos de arroz, dos litros de aceite, un kilo de leche y dos de azúcar. Es indignante”, dijo lamentándose Mariela Uzcátegui.
Un detenido por presunta alteración del orden
Apenas arrancó el alboroto llegaron al lugar cuatro patrullas de Polivargas y dos de Polimunicipal, cuyos funcionarios estuvieron alertas por si la manifestación se salía de control. “Queremos comida y nos mandan uniformados”, se quejaron.
Según relatos de los presentes cerca del mediodía la policía detuvo a un vecino de Monterrey por presuntamente alterar el orden público y romper un vidrio del módulo. “Qué triste que no contemos con nadie. El encargado del punto de venta se puso a la defensiva con nosotros y provocó al muchacho que pidió permiso en su trabajo para nada porque no pudo comprar y de paso lo llevaron preso. Mañana (hoy) lo van a presentar; eso es una injusticia”, dijo una usuaria que prefirió mantener el anonimato.
Criticó que los cuerpos de seguridad solo tomaran declaración a un testigo y al trabajador del módulo de Mercal “lo ideal es que lleven las dos versiones”. MEM / fp