El mango se ha convertido en la papa de los venezolanos
Luisana Brito, [email protected] La escasez de alimentos y el bajo poder adquisitivo ha obligado a los venezolanos a resolver las comidas de sus hogares con mango. Esta es una de las frutas más económicas que se puede adquirir en los mercados, e incluso en ventas ambulantes ya que ha generado nuevas fuentes de empleo.
Norge Luengo comenta que lleva más de cinco años vendiendo frutas sobre su pequeño camión. No tiene un lugar fijo para establecerse y en esta oportunidad lo encontramos en la avenida Álamo, Macuto, frente a la clínica Siempre.
Señaló cómo diariamente van amas de casa en busca de este jugoso fruto que está a Bs. 250. “En un día podemos llegar a vender ciento cincuenta kilos de mango, a veces más. En los último días hemos tenido que luchar para conseguir buena mercancía porque hay mucha competencia entre los comerciantes”, dijo.
Otras frutas económicas son el cambur y la mandarina que están a Bs. 400 y Bs. 350, respectivamente. “Muchas amas de casa vienen a comprar y comentan entre ellas que esto es lo que pueden comprar, porque hacen colas en los supermercados y no llega nada”, señaló Luengo.
Los niños se proveen su alimento
En varios sectores populares de Caraballeda hay muchos árboles de mango donde los más pequeños de la casa se montan para alcanzarlos y medio amortiguar el hambre.
“Yo soy madre soltera, tengo siete hijos y el dinero no me alcanza para darle de comer a todos. Paso hambre porque no se consigue nada; en mi día libre aprovecho para hacer cola pero tampoco puedo comprar”, expresó Carmen Salazar.
Esta mujer desesperada a punto del llanto contó como varios de sus hijos piden permiso en quintas para tumbar mangos.
“Si no tengo nada en la nevera de algún modo tengo que resolver. No es fácil comer mango en el desayuno, en el almuerzo y en la cena; no nos estamos alimentando bien”.
María Rusar optarpor comprar cambur. “El cambur también es barato y siempre hay en el mercado y no tengo que hacer cola para adquirirlo”.
Generan fuentes de empleo
En varias casas de Los Corales, en Caraballeda, se observan letreros donde ofertan este fruto a Bs. 200 el kilo.
“Además de comerlo también lo vendemos. Son ingresos extras para la casa que nos sirven para comprar otras cosas que nos hacen falta. Hay que aprovechar lo que la naturaleza nos da”, dijo una habitante del sector quien no quiso revelar su identidad.LB/jd