Oster y Mabe no despachan electrodomésticos desde el año pasado
María Elena Moreno, [email protected] La sequía de divisas ha paralizado la compra en el extranjero de línea blanca desde finales del 2014. Los vendedores de este rubro aseguran que el nivel de inventario es crítico, por lo que mantenerse a flote es una odisea. Explican que los productos llegan “una vez a la cuaresma” y a precios exorbitantes.
Fernando Mardeni, encargado de Inversiones Bárbara Mar en Maiquetía, asegura que “este año no ha llegado nada. Hay proveedores como Oster y Mabe que están en cierre técnico y despacharon lo último que tenían el año pasado”. Destacó que la falta de mercancía sumado a los altos precios mantienen las ventas en declive.
“Uno se mantiene operativo pues aunque no vendas nada debes pagar nóminas, servicios y demás. Estamos trabajando con lo que queda”, agregó.
Según cifras de la Asociación Nacional de Fabricantes y Distribuidores de Electrodomésticos (Anafade), el gobierno adeuda a los proveedores internacionales alrededor de 280 millones de dólares. De los 34 agremiados, solo dos fabricantes están operando y en capacidad pírrica.
Edgar Berríos, director de la asociación, mostró su preocupación en una comunicado al precisar que durante el 2012 se vendieron más de 83 millones de productos terminados, bajo una inversión de 1.400 millones de dólares. Esta cifra bajó a 720 millones de dólares el siguiente año para finalmente ubicarse en solo dos millones en el 2015 “sin subastas, ni Sicad, ni Simadi”, dijo. Resaltó que sin confianza, los inversionistas no se atreverán.
Mi Casa Bien Equipada es manejada por los bachaqueros
Por otro lado, Mardeni señaló que línea blanca que está operativa es la Haier, precisamente la que no llega al sector privado. “Lo que se ve es la reventa, que está lejos del fin para lo que fue creado este programa. Nunca fuimos llamados para que se nos despacharan estos artículos”.
Los productos más económicos de este programa social en su mayoría no llegan a los 25 mil bolívares y los precios que colocan los bachaqueros superan los 70 mil bolívares.
A los comercios privados lo poco que llega tiene precios exorbitantes, donde un salario mínimo mensual no representa ni la cuarta parte. Por ejemplo, un televisor pequeño no baja de 200 mil bolívares, lo que significa tener que ahorrar el sueldo mínimo durante 17 meses y medio, sin gastar ni un bolívar.
Una pareja joven que desee adquirir algunos rubros de la línea blanca “como una nevera y una lavadora, deben gastar al menos 1.000.000 de bolívares, lo que costaba hace poco una casa” dijo.
La línea marrón está “guindando”
En el caso de los muebles, comenta que la existencia se mantiene, sin embargo no da seguridad de reponer el inventario de esta línea pues fabricarlos se ha vuelto un lujo. “Nos dicen los fabricantes que un cuñete de sellante, que costaba 3 mil bolívares, está sobre los 9 mil”. MEM/jd