Bote de aguas negras pone en riesgo salud de vecinos de Mamo
Wilmer Martínez Añez.- [email protected] .- Con afecciones respiratorias, cutáneas y el insoportable olor producido por un bote de aguas servidas en la calle Malecón en Mamo, Catia la Mar, conviven sus habitantes desde hace un mes, quienes hacen un llamado a las autoridades encargadas para que den solución inmediata a la problemática que ya es de conocimiento público.
El pasado jueves 17 del corriente, llegaron trabajadores de Hidrocapital con un camión vactor para destapar la tubería, que según los mismos está obstruida por una piedra, por lo que aseguraron a los vecinos que regresarían al día siguiente con mejores equipos para completar el trabajo, pero hasta la fecha aún se encuentran a la espera, manifiestan los afectados, al tiempo de asegurar sentirse burlados por la incompetencia que muestra la institución.
Yolanda Hernández, indica que el camión con el que pretendían realizar el trabajo era pequeño, por lo que no se pudo completar la labor. “Ya tenemos más de 22 días en esta situación y esperamos que nos den solución inmediata”.
Hidrocapital se burla de la problemática
“Nos sentimos burlados porque cuando llamamos nos trancan el teléfono, y estamos sufriendo de enfermedades en la piel y la garganta producto de la contaminación en la que vivimos. Hace unos días tuvieron que llevarse al hijo de una vecina a casa de su tía porque ya estaba sufriendo muchos ataques asmáticos”, declara Johan Gutiérrez.
Por su parte, Iris Ortega agrega no poder estar dentro de su casa porque al encender el aire acondicionado sale el mal olor. “De tanto inhalar esa contaminación siento una carraspera en la garganta y no nos dan solución. Nos sentimos burlados, porque no es primera vez que se desbordan las aguas servidas”.
Constante bote de aguas servidas
Hace casi dos meses los vecinos denunciaron la misma situación que ocurrió en otra alcantarilla, pues aseguran que cada vez que llueve se rebosan, por lo que creen prudente un estudio para ampliar la red de aguas negras, considera Omaira Arrillaga, quien también solicita la intervención de funcionarios de Salud Ambiental.
“La situación que vivimos es inhumana. No podemos estar dentro de nuestras casas porque el olor emana de los desagües y pocetas. No sabemos cómo vivir, porque aunado a esto tenemos la sequía de agua limpia. Hay un grave nivel de insalubridad en la comunidad”./iv