El protagonista de la película es un temido narcotraficante de bigote negro que escapa de prisión a través de un túnel cavado en su celda, pero el film ya no se llama «El Chapo». Los letreros que anuncian su estreno ayer cambiaron repentinamente el título a «El Capo».
Apenas es una letra, pero es sustancial para los productores de la cinta que temen que su proyecto pueda confundirse con la película autobiográfica que aparentemente planeaban Joaquín «El Chapo» Guzmán junto a la actriz mexicana Kate del Castillo y que fue clave para la recaptura hace una semana del poderoso capo.
«La película que nosotros hicimos es una historia de ficción, basada en información de dominio público, que indaga sobre el escape que se efectuó en julio pasado. Nada tiene que ver con la película biográfica que mencionan los medios actualmente» y que forma parte de la trama de investigación, dijo a la AFP José Arroyo, de la productora mexicana Dragon Films.
Así que, para evitar cualquier duda, se cambió el título de la película de «Chapo: el escape del siglo» a «Capo: el escape del siglo», aunque la modificación de última hora no llegó a tiempo a los anuncios de algunas salas de cine ni al tráiler que puede verse desde hace días en internet.
De hecho, rebautizar al narco como «El Capo» puede parecer paradójico teniendo en cuenta que la película incluye imágenes de «El Chapo» escabulléndose por la ranura de su ducha y cortes de los telediarios de julio, cuando al gobierno de Enrique Peña Nieto se le subían los colores al anunciar la segunda fuga de prisión del líder del cártel de Sinaloa.
El propio actor protagonista, Irineo Álvarez, ha dado varias entrevistas explicando el «pastelito» que es para él volver a encarnar a «El Chapo» en esta cinta, luego de hacerlo en la serie televisiva Fortuna.
Pero Dragon Films no quiere jugar con fuego y, tres días después de la captura, anunció su decisión para que no quedara la menor sombra de duda.
Basada en hechos reales
Los responsables de la película temían malos entendidos con respecto a la investigación de la fiscalía general sobre la reunión que «El Chapo» tuvo con Del Castillo y la estrella de Hollywood Sean Penn para determinar si se cometieron delitos como un eventual intercambio económico para la producción de esa película.
«Con la captura del señor, no queremos interferir en la acción legal en su contra», argumentó el productor Arroyo, que negó haber recibido amenazas. «Estamos trabajando como en cualquier otra película», aseguró.
«Capo: el escape del siglo» se rodó de forma exprés apenas dos meses después de la sonada fuga de «El Chapo» de una prisión de máxima seguridad a través de un túnel cavado debajo de la ducha de su celda, elementos dignos de llegar a la gran pantalla.
El film, dirigido por el novel Axel Uriegas, presenta una versión libre y ficcionada sobre la historia detrás de esa fuga y la posterior caza del capo, que acabó cayendo el viernes pasado, rompiendo todos los esquemas del equipo de la película.
«No lo esperábamos, nadie lee el futuro. El estreno estaba previsto desde la segunda semana de diciembre y lo que sucedió no sé cómo afecte al film ahora», dijo Uriegas a la AFP.
El director no quiere desvelar el final de la película, pero retoma un tópico que resulta muy cierto ante los detalles que se han ido conociendo sobre la telenovela entre Del Castillo y El Chapo: «La realidad superó la ficción». EU.