Urge “meterle mano” a la Manuel María Villalobos
María Lourdes Arráez, [email protected] Tras cinco años de denuncias, nada se ha hecho para rehabilitar los espacios de la escuela Manuel María Villalobos de La Sabana, en la parroquia Caruao, lo que pone en riesgo la integridad de más de 300 niños que cursan sus estudios primarios en esa institución, denuncia Reinaldo Salvatierra, vocero del consejo comunal Santa Cruz de La Sabana.
Asegura que las lluvias de otros años han generado graves daños, y por la falta de mantenimiento, la platabanda está a punto de derrumbarse, destacando que hace dos años se reunieron con representantes de Infravargas y de la Zona Educativa para presentarle la situación y supervisar el estado del plantel, pero hasta la fecha no se han pronunciado. “Lo único que hicieron fue traer a dos ingenieros para medir el perímetro y determinar las zonas más afectadas”.
Explica que la estructura fue construida hace más de 60 años para una matrícula muy baja, y ya no se da abasto para la población escolar, pues se atienden niños de Santa Cruz, La Sabana y La Virginia, y a pesar de que se han adaptado espacios para aumentar la capacidad, no cuentan con las mejores condiciones para realizar las actividades de los estudiantes.
Comedor inhabilitado
El espacio donde funciona el comedor, que lleva por nombre “Silverio Escobar”, no se está utilizando, ya que las filtraciones han deteriorado mucho la estructura y temen que colapse, por lo que los alumnos comen en sus salones.
Los vecinos explican que las lámparas y ventiladores de techo están oxidados, los refrigeradores y neveras no sirven, los drenajes están tapados y el agua servida se devuelve, inundando la cocina.
Manifiestan que las instalaciones eléctricas tienen fallas en los interruptores, los cuales “pegan corriente”, por lo que temen que un corto circuito empeore la situación de la escuela.
Escuela técnica o universidad
Salvatierra destaca que es necesario instalar, al menos, una escuela técnica o universidad donde los muchachos puedan estudiar carreras cortas, cónsonas con las necesidades de la parroquia.
“Actualmente el que puede costeárselo y tiene un familiar en La Guaira se va a estudiar, pero pasan mucho trabajo, es vital que aquí mismo se formen profesionales que puedan contribuir al desarrollo de la parroquia”, sentencia Salvatierra. /mp