2 vuelos de Air France desviados en EEUU por falsa alerta de bomba
Ningún explosivo fue encontrado a bordo de dos vuelos de Air France con destino a París que fueron desviados la noche del martes luego de despegar desde Estados Unidos, tras recibirse amenazas anónimas de bombas a bordo, informaron autoridades y medios locales.
“Los aviones fueron objeto de amenazas anónimas tras sus respectivos despegues”, había anunciado Air France en un comunicado en medio de un tenso ambiente, cinco días después de los atentados en París que dejaron al menos 129 muertos.
Un vuelo fue desviado a Salt Lake City, en el estado de Utah (oeste), tras haber despegado de Los Ángeles (California), mientras que el segundo, que había partido de Washington, aterrizó en Halifax, Canadá (este).
Las dos aeronaves, el vuelo 65 que partió de Los Ángeles con 497 pasajeros y el vuelo 55 que salió desde Washington con 262 personas a bordo, aterrizaron sin problemas.
Poco después del aterrizaje, la policía de Canadá y los medios estadounidenses afirmaron que no encontraron ninguna bomba ni ninguna otra amenaza a bordo de los aparatos.
“Como medida de precaución y con el propósito de realizar todas las verificaciones de seguridad necesarias, Air France (…) decidió solicitar el aterrizaje de los dos aparatos”, había señalado la aerolínea.
Se informó que una investigación está en marcha para identificar “la fuente de esos llamados telefónicos”.
Los pasajeros y la tripulación del vuelo desviado a Halifax tuvieron que pasar la noche en un hotel. Un pasajero dijo a la cadena CNN que después de dos horas y media de vuelo fueron informados que el avión sería desviado de su ruta “debido a problemas operacionales”.
No hubo escenas de pánico a bordo, según su testimonio.
Estos incidentes se registran en un contexto de mucha tensión. Los atentados del viernes en París dejaron al menos 129 muertos y Rusia confirmó que un atentado con bomba fue la causa de que se estrellara un avión ruso en el Sinaí el 31 de octubre, muriendo las 224 personas que iban a bordo.
Esos ataques han sido reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El martes, el partido de fútbol previsto entre las selecciones de Alemania y Holanda, presentado como un “símbolo de libertad” tras los atentados en París, fue suspendido poco antes de su comienzo en Hanover, en el norte de Alemania, debido a “serios indicios” sobre la posibilidad de “un atentado con bomba previsto en el estadio”, según el jefe de la policía local.