Ataques terroristas simultáneos sacuden Francia: Tres explosiones, 60 muertos y 100 rehenes
Seis tiroteos con cifras extraoficiales de 60 muertos y heridos graves, en el Este de París, en barrios multiculturales, y tres explosiones en las inmediaciones del Estado de Francia, en Saint-Denis, sembraron el pánico en la capital la noche del viernes.
Tras la matanza consumada a primeros de año, en la redacción del semanario satírico “Charlie Hebdo”, al Este de París, igualmente, las matanzas de la noche del viernes vuelven a sumir a Francia en una situación de extrema tensión, a dos semanas cortas de la gran cumbre ecológica mundial, que debe reunir en París a más de un centenar de jefes de Estado y gobierno, a finales de noviembre.
Según las cadenas de informaciones permanente i-TV y BFM los tres tiroteos que estallaron en la calle de la Fontaine, la calle Charonne y una famosa sala de espectáculos, el Bataclan, al este de París, en los distritos X y XI.
Los autores habrían sido hombres armados con fusiles de asalto Kalaschnikov, un arma de combate que puede comprarse en los suburbios de las grandes ciudades francesas a un precio relativamente bajo, entre los 4.000 y los 6.000 euros.
Varios testigos presenciales del tiroteo, dentro y fuera del Bataclan, afirmaban hacia las 22.30 que habría visto entre 12 y 20 personas heridas graves o muertas. Una hora más tarde, un pelotón de especialistas en lucha anti terrorista y tomaron posiciones en las inmediaciones de la sala. Se temía, un secuestro de carácter terrorista.
Las ráfagas de fusiles de asalto Kalaschikov, dentro y fuera de la sala de espectáculos se produjeron cuando aún no había terminado un concierto de rock, que terminó precipitadamente con una sala abandonada al pánico y la angustia.
Por su parte, varios destacamentos de la Gendarmería acordonaron las inmediaciones de la sala de espectáculos, el Bataclan, donde, según las primeras informaciones, se habrían atrincherado varios hombres armados con fusiles de asalto Kalashnikov.
Al norte de París, en Saint-Denis, en las inmediaciones de la legendaria basílica donde están enterrados numerosos reyes de Francia, frente al Estadio de Francia, dos explosiones produjeron a la misma hora, prácticamente, escenas de pánico, poco antes que terminase el partido Francia – Alemania, coincidiendo con los tiroteos que habían estallado poco antes al Este de París, relativamente lejos del Estadio de Francia.
El partido amistoso entre las selecciones de Francia y Alemania fue suspendido provocando reacciones de inquietud incontroladas. Ante el riesgo de pánico, las autoridades decidieron ordenar la continuación del partido para intentar “controlar” una inquietud angustiosa. Mientras los jugadores continuaban jugando, antes de terminar el partido, precipitadamente, varios helicópteros de la Gendarmería “peinaban” las inmediaciones.