Alicia Machado deja México tras ser desalojada de su vivienda por aludes
La actriz venezolana Alicia Machado, ganadora del concurso Miss Universo 1996, tuvo que salir de México debido al desalojo del que fue objeto por parte de las autoridades de la capital, a raíz de los aludes registrados en el conjunto residencial donde vivía, informó hoy la ex reina de belleza.
«Las autoridades de Protección Civil del Gobierno del Distrito Federal, en estrictas indicaciones nos desalojaron a mí y a mi pequeña hija del inmueble que está dentro del complejo residencial donde durante los últimos ocho años estaba establecido nuestro hogar, y como ustedes saben está muy afectado por los deslaves» de las últimas dos semanas, dijo Machado en un comunicado.
El desalojo, añadió, «ha cambiado y desorganizado nuestras vidas y afectado nuestro patrimonio e incluso poniendo en inestabilidad la educación de mi hija; es por eso que al no tener donde vivir por el momento, tuve que salir del país».
La también cantante, que no precisó su nuevo lugar de residencia, se dijo «muy preocupada e incómoda al tener que cancelar eventos y presentaciones adquiridas con anterioridad ya que la situación no está en mis manos y el bienestar y la seguridad de nosotras es primero».
«Por lo que me reservo mis derechos para hacerlos valer en la vía y términos que considere conducentes y que estos lamentables hechos no queden en la impunidad. Asimismo, confío en que las autoridades mexicanas lleguen al fondo de esta penosa situación que nos toca vivir sin ninguna responsabilidad y se solucione lo más pronto posible», puntualizó.
Desde finales de octubre se han presentado varios aludes en el talud de un acantilado sobre el que se asienta el conjunto residencial Vista del Campo, en la zona de viviendas de lujo y negocios de Santa Fe, en la delegación (demarcación política) de Cuajimalpa de la Ciudad de México.
Más de 100 personas han sido desalojadas del complejo habitacional, incluyendo a algunos personajes de la farándula, ante el riesgo de que nuevos derrubios se lleven consigo las viviendas situadas más cerca del borde del acantilado, mientras vecinos y autoridades están enfrascados en una disputa sobre permisos de construcción en zonas de riesgo.