Habitantes de Pariata exigen limpieza de quebradas
* Los residentes del sector Juana de Arco temen que por falta de mantenimiento, las quebradas colapsen y ocurra una tragedia
Yorman Gámez – Vecinos de la comunidad de Pariata que viven cerca de la quebrada Juana de Arco, exigen una jornada de limpieza y desmalezamiento, ya que la maleza, basura y escombros se han apoderado de unos 100 metros de cauce.
Aseguran que en cuanto caiga un fuerte aguacero, muchos paredones de las casas ubicadas cerca de la quebrada van a desaparecer, como ya ocurrió en años anteriores. “Lamentablemente nadie se da cuenta que este barrio existe. Somos una comunidad olvidada, pareciera que no estamos sobre este planeta“, comenta el vecino Kelvin Pérez.
Explicó que, aproximadamente, desde hace más de seis meses la Gobernación no manda cuadrillas de limpieza a la zona. De igual forma, aseguró que “más que personas con machetes, se necesitan máquinas para la remoción de escombros, cachivaches y basura”.
Los vecinos hacen un llamado urgente a las autoridades para que se tomen medidas sobre el embaulamiento y limpieza de las quebradas, y así evitar una tragedia.
Años sin respirar aire puro
Desde hace cinco años, la tranquilidad desapareció para la familia León, porque el mal olor se apodera de su hogar. Convivir encerrados se volvió una costumbre de los vecinos para evitar olores desagradables, y que los zancudos y moscas no entren.
No sólo es la acumulación de basura que tiene pasando pesares a los habitantes, sino también el drenaje de las aguas servidas. Familias inescrupulosas de otros sectores usan la quebrada como cloaca sin ver el daño que hacen. “Estamos cansados de la fetidez a la que quedamos expuestos. Es desagradable vivir aguantándonos los malos olores, las moscas y zancudos”, expone Anselmo León, vocero de la zona.
Vecinos alegan que desde hace cinco años, la quebrada no ha sido limpiada por ningún ente gubernamental. Aunado a esto, también la ausencia de los camiones del aseo urbano provoca que algunos inconscientes lancen al canal las bolsas de basura.
Aunque en varias oportunidades han solicitado la presencia de la Corporación de Servicios Múltiples en la zona, no han sido escuchados, por lo que el problema cada día se agrava. “La epidemia de zancudos y moscas tiene a todo el mundo enfermo. Hay muchos niños menores de cinco años que padecen de diarrea, fiebre y dengue”, explica Delvia Campo, vocera comunal. /ep