Perrocalenteros ajustan precios por alza de ingredientes

Mantener precios o perder clientela por aumentar, es el dilema al que se enfrentan los perrocalenteros quienes casi por obligación deben ajustar el precio de la comida para poder mantenerse operativos. Explican que se registran hasta tres alzas por mes de la materia prima.

En no menos de 160 bolívares se debe vender el perro caliente para poder ver ganancia, explicó José Riera. “Nada más el paquete de salchichas grande está sobre los 1.200 bolívares. El pan ha aumentado dos veces en un mes y el paquete más pequeño ya alcanzó los 300 bolívares. Además las salsas están carísimas”.

En un salto del 100% en varias semanas, las salsas grandes ya se ubicaron sobre los mil bolívares. “Además hay que zanquear la mostaza que se perdió. Solo hay de la pequeña que se agota el mismo día”. Señala que por eso se aprecia cada vez menos cantidad de salsas en los carritos.

El papel de envolver también saltó considerablemente al igual que las papitas. “La bolsa que se compra para la venta generalmente es la de tres kilos que está en 2.300 bolívares”. Respecto a las hamburguesas, Riera señala que la situación es aún más cuesta arriba.

“La milanesa ya ronda los mil bolívares y la carne ni se diga. A veces toca hacer la cola de varias horas para no perder tanto. Es una inversión demasiado elevada, por eso la hamburguesa sencilla no puede venderse en menos de 300 bolívares”, agregó. MEM/jd

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