Cualquier envase es bueno
Luisana Brito, [email protected] Para paliar los ciclos de sequía en las comunidades, Hidrocapital, conjuntamente con la Gobernación y Alcaldía, disponen de 32 camiones, entre cisternas y nodrizas, los cuales solo abastecen, cada 15 días, cinco pipotes por familia, según declaraciones de los habitantes del sector La Planada, en Canaima, quienes manifiestan que desde hace mes y medio no cuentan con el servicio por tuberías.
“Este problema tienen que solucionarlo. Sabemos que no es culpa de Hidrocapital, pero estamos cansados de tener que cargar agua. Soy una persona mayor y no puede estar subiendo escalones y lo hago porque no tengo otra alternativa”, explica Hilda Soto, quien es la encargada de organizar a las personas cuando llega el camión.
Señala que cuando el apoyo lo hacen con camiones nodrizas pueden tardar hasta 30 días en que regrese y si es con un camión pequeño, es cada 15 días. “Esto se esta volviendo un hábito para el varguense y eso no puede ser porque nosotros cancelamos el servicio mensualmente”.
Yennifer Torres, manifiesta que cuando se quedan sin agua se ven en la necesidad de pagar hasta Bs. 2.000 por dos tanques de dos mil litros. “Las cisternas privadas se han vuelto un negocio. Ellos dicen que no cobran el agua, si no el viaje, pero esos precios son exorbitantes. No todos contamos con los recursos para hacer ese gasto todo el tiempo”.
Entre vecinos comprarán mangueras
Harry Echarri informa que entre los vecinos están proponiendo comprar mangueras para conectarlas a las cisternas, a fin de evitar que las personas de la tercera edad no tengan que cargar agua. “Estos caminos son muy estrechos y se hace difícil caminar con dos tobos en las manos, por ello nos estamos organizando para evitar que alguien se lesione por estar cargando peso”.
Invierten hasta Bs. 300 en la compra de botellones de agua mineral
Agrega que para cocinar se ven en la obligación de comprar hasta tres botellones de agua mineral por semana, y cada uno está a Bs. 100. “El agua de las cisternas viene turbia y así no podemos ingerirla. El camión tarda hasta dos semanas en venir y uno tiene que salir a la calle con el botellón en la mano para tratar de conseguirlo. Antes uno iba a la bodega y lo compraba con facilidad, hoy en día hay que caminar bastante para encontrarlo. La semana pasada llegué hasta El Caribe y no conseguí”.
Por su parte, Eustoquio López, asegura que los comerciantes se aprovechan de la situación. “En abril el botellón costaba 60 bolívares y uno le daba 20 bolívares al muchacho que la traía hasta la casa, ahora uno tiene que buscarlo, porque ya está en 100 bolívares”.LB/ep