Fervor y devoción en honor a San Pedro
Luisana Brito, [email protected] Este lunes, como cada 29 de junio, naiguatareños se vistieron de verde para celebrar por todo lo alto el tradicional día de San Pedro Apóstol, donde grandes y pequeños acuden a la Iglesia San Francisco de Asís, para celebrar la santa misa a las 9:30 am, y dar gracias por los favores concebidos.
El origen de la festividad se remonta a 1964, cuando el párroco de la parroquia, José María La Regueta, trajo consigo la imagen de yeso desde España, esto contentó a la familia Longa, quienes mantienen la tradición de generación en generación, agradeciendo el fervor de personas foráneas al estado.
“Nuestra familia era muy cercana a los Corro, custodios de San Juan, y a mi esposo le gustaba tocarle tambor todos los 24 de junio. Cuando su dueña mandaba a parar el toque, él se molestaba y le decía que el próximo año, se iba a comprar un San Pedro para festejar toda la noche y el padre le cumplió su sueño”, expone su custodia, Baudilia Graterol de Longa, quien tiene 90 años viviendo en Pueblo Arriba.
Despedida a San Juan
El encuentro entre ambos santos se realiza para despedir a San Juan, quien el 29 se levantó queriendo celebrar su cumpleaños y San Pedro le dijo que su día ya pasó, que ahora le tocaba bailar a él.
“Con el canto de ‘¡buen día Juan, buen día Pedro!’, los santos se saludan y bailan al repique de los tambores. Nuestra fe se une en una sola voz. Esta manifestación es parte de la cultura de Naiguatá. Cada día hay mas devotos confiando y creyendo en esto, que se ha convertido en una gran fiesta para el mundo”, manifiesta Aníbal Longa.
Para Egnia Hernández, el repique es símbolo de desahogo, como un día lo hicieron los esclavos para liberarse del estrés que le producía las largas jornadas de trabajo. “¡San Juan se va, San Pedro llegó, el año que viene volverán los dos!. Gracias a Dios, nosotros tenemos bastante que celebrar y agradecer, por eso nuestras fiestas comienzan el 28, con la víspera de la festividad”.
Tambores, empuje y mina
Para corear los cantos a San Pedro, los instrumentos tradicionales son el tambor, el empuje y la mina. “Antes, para uno poder tocar tambor, primero tenía que aprender a sostenerlos, sin tocar una nota musical. Aprendíamos de los conocedores. Antiguamente todos eran hechos con madera, ahora hay de metal, tubos de agua y forrados con cuero de venado”, señala Saturnino Díaz, quien tiene más de 40 años acompañando al santo en su recorrido por la comunidad.
Escuela Cerro Colorado participa en la manifestación cultural
Para mantener la cultura de los pueblos afrodescendientes, la Escuela Nacional Bolivariana Naiguatá participa en la celebración de la santa misa. “La comunidad estudiantil, los padres, representantes y el personal de la escuela venimos todos los años a conmemorar el aniversario de San Pedro, que es nuestro patrono. Agradecemos por estar vivos y seguir educando a los niños para una mejor sociedad”, expone la directora del plantel, Paola Rodríguez.