Un buque mensual con chatarras sale de La Guaira
Laura De Stefano
La exportación de chatarra se ha convertido en un negocio lucrativo, porque el precio promedio en el mercado internacional es de 500 dólares la tonelada, y en el mercado europeo estos materiales se cotizan entre 700 a 1.000 euros la tonelada.
“La mayoría de las chatarras son bienes desincorporados de la República que están siendo manejados, de alguna manera, por empresas del Estado que las almacenan detrás del Polideportivo José María Vargas, en 10 de Marzo, para su despacho a Turquía.
Rusia, China y España”, expresó Rúsvel Gutiérrez, presidente de Caduainco. Señaló que se habla de 34 mil toneladas de chatarras que salen en un buque a granel cada mes por el puerto de La Guaira.
“Lo que si hemos observado y criticado mucho, desde la cámara, son las condiciones de los camiones que en la mayoría de los casos tienen más de 40 años, cuando su vida útil se estima que es de 10 años. Además no cumplen con el límite de peso. Tienen capacidad para 20 toneladas (20 mil kilos), pero arrastran 40 toneladas”. Gutiérrez dijo que desde que comenzaron con el negocio de la exportación de chatarras, hace unos tres o cuatro años, muchos
accidentes en la autopista Caracas La Guaira han sido causados por estos camiones. Advirtió que no existe un control en cuanto al peso, atentando contra la seguridad vial por las afectaciones contra las personas y bienes.
A la pregunta de cuánto gana el Estado por la venta de chatarras, el presidente de Caduainco indicó que en reiteradas oportunidades han solicitado a la Aduana Marítima un reporte del sistema automatizado Sidunea con el número de toneladas, los valores, destino, el buque que se lleva la carga y con que frecuencia.
“Esa fue una de las incomodidades que surgió con el gerente y a raíz de eso me prohibieron el ingreso al recinto”.
Manifestó que es un excelente negocio para el Estado, porque mensualmente se está despachando un buque de 34 mil toneladas.
Pero, las ganancias van más allá con la venta de chatarra aérea, naval, las de los tractores, tuberías de aguas servidas y de la planta eléctrica de Tacoa.
Poco calificada
En un informe de Transparencia Venezuela se denunciaba la mano de obra poco calificada para la recolección de chatarra y las condiciones de trabajo que no son las más favorables.
También que los trabajadores no tienen acceso al stock de chatarra más grande proveniente del Estado, viéndose obligados a depurar y recolectar, sin regulación, otras fuentes de chatarras para lograr reunir las toneladas necesarias para recibir sus pagos.