La desesperanza y la depresión afectan a docentes mal pagados
A tan solo dos semanas del inicio del nuevo año escolar, la situación de los maestros en Venezuela es alarmante, según denunció la Formación de Dirigentes Sindicales (Fordisi) . La organización alertó sobre un ambiente de desesperanza entre los educadores del país, quienes se encuentran en un estado de inacción forzada debido a las precarias condiciones laborales, incluyendo salarios extremadamente bajos.
Fordisi señaló que los docentes venezolanos están atrapados en un sistema que no respeta los principios democráticos ni las normativas legales, lo que agrava la ya crítica situación educativa. El salario promedio de los maestros no supera los 15 dólares mensuales, una cifra que apenas les permite cubrir necesidades básicas, lo que se traduce en ausencias frecuentes en las aulas y en la falta de personal en asignaturas clave como matemáticas y física.
Esta crisis ha obligado a las escuelas a implementar horarios reducidos, conocidos como «mosaico», donde los maestros solo trabajan dos o tres días a la semana, lo que impacta directamente en la calidad educativa que reciben los estudiantes.
La problemática no es nueva. En julio, el Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical del Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin) reportó 18 conflictos laborales en el país, con el sector educativo liderando las protestas, representando el 44,44 % de los reclamos registrados. Estas manifestaciones han tenido como principal demanda salarios dignos y mejores condiciones laborales, reflejando un descontento que sigue en aumento.
A medida que se acerca el inicio del año escolar, la incertidumbre entre los maestros crece, y las posibilidades de una mejora en sus condiciones de trabajo parecen cada vez más remotas. La comunidad educativa enfrenta un panorama sombrío, mientras el país sigue lidiando con una prolongada crisis humanitaria que afecta todos los aspectos de la vida diaria, incluida la educación.