Lucky man
Edmundo González Urrutia, el que no quería ser, y sólo aceptó ser inscrito como ¨candidato tapa¨, terminó siendo el candidato finalmente por descarte, no por consenso como hubiera sido deseable, tal como propusimos antes de que se celebrara la Primaria con tres inhabilitados, sin la asistencia técnica del CNE, y como desafío a un gobierno autoritario que es dueño de todo el poder por regalo abstencionista.
Manuel Rosales, Gobernador del Zulia; el que se negó a la porfía abstencionista en esta oportunidad porque aprendió de ese fracaso estrepitoso; inscribió a última hora su candidatura, y dejó abierta la posibilidad de entregar candidatura, y tarjeta que otros no tenían, ha sido objeto de toda clase de señalamientos; insultos y denuestos en un paredón de fusilamiento mediático, pagado quien sabe con qué recursos, aunque todos tenemos sospechas de su origen.
Es decir, que a pesar de que la jauría insensata lo llenó de agravios al mismísimo estilo oficialista, el hombre cumplió su palabra, y gracias a su actuación el Embajador González Urrutia, terminó siendo aprobado como candidato de quienes conforman la autodenominada plataforma unitaria, sin que hasta el presente haya habido disculpas, o arrepentimientos por tan canalla actuación.
Varios factores extras influyeron en la decisión del gobierno de no torpedear la inscripción del candidato, y la adhesión de un par de partidos más, incluyendo el del Gobernador zuliano, Un Nuevo Tiempo. Seguramente la negociación directa entre los gobiernos de los Presidentes Biden y Maduro; los consejos de los Presidentes de Colombia, y Brasil; del Ex Presidente Pepe Mujica, y la vuelta del Fiscal de la CPI a nuestro país, permitieron que el oficialismo evaluara e hiciera control de daños de una eventual continuación de bloqueos institucionales en el CNE. No obstante, hay que recordar la existencia en el TSJ de un recurso contra el partido MUD, esperando decisión.
Luego de varios días de desaparición, el candidato desconocido por la mayoría, apareció frente a los medios para acabar con la incertidumbre, y luego de sus declaraciones las opiniones están divididas en por lo menos tres bandos.
Para el bando fanático de la PU, el hombre es el mejor; el correcto; el enviado de Dios, y ya ganó. Para el gobierno y otros sectores de oposición, todo lo dicho por el candidato es motivo de sospecha o burla, y para el sector independiente que conforma la mayoría del país, surgen interrogantes lógicas, cuyas respuestas aun no tenemos.
Un candidato que no se reconoce como tal, sino como ¨tapa¨, y se autodenomina provisional; que no puede salir de su casa según sus asesores; que no va a recorrer el país, y prefiere que ese trabajo lo haga la señora Machado ¨porque lo hace muy bien¨; que advierte que en caso de ganar le entrega a la líder de ¨la oposición¨, es algo extraño por decir lo menos.
Esta es una campaña sui generis, atípica según plantea el candidato, ¿pero Funcionará? Veremos, pero jamás se había visto cosa semejante.
¿Cómo hacen las fuerzas vivas: empresarios; trabajadores; gremios, para hablar con el candidato? ¿Hay una estrategia para negociar con el gobierno la transición en el caso de un eventual triunfo?
No obstante, vista la realidad, se recomienda menos triunfalismo, y más trabajo organizativo real. Las elecciones se ganan con votos, y para ello una maquinaria que organice la defensa de las mesas; la búsqueda de los ciudadanos en sus casas si es necesario; la movilización partidista y de los independientes, entre otras cosas.
¿De entrada, cuenta con ventajas competitivas como el amplio rechazo contra el gobierno, pero será suficiente?
Falta mucho por ver en cuanto a su desempeño; así como lo que ocurra en el seno del gobierno, y de los otros factores de oposición que también juegan en un escenario incierto de cara a las elecciones del 28 de Julio. Veremos.
@romanibarra