Dorismary Aguilera: No hay como ejercer medicina en el país
“A los jóvenes que les gusta esta profesión que la estudien porque necesitamos más profesionales. Yo estuve fuera del país y lo que puedo decir es que no cambio a Venezuela por nada, porque el médico venezolano se reconoce en el mundo por su formación”.
Así se expresó la médico cirujano Dorismary Aguilera, una joven doctora graduada en el año 2016 en la Universidad Rómulo Gallegos con ansía de realizar en un futuro no muy lejano un postgrado en pediatría, porque le encanta los niños.
“Escogí esta profesión porque me gusta ayudar a las personas, en especial a los niños, dando ese granito de arena y de conocimientos para asistir a los enfermos.
Invita a los jóvenes con vocación de servicio a estudiar medicina y a que cumpla con su sueño, porque es una carrera hermosa. Aunque hay que dedicarle mucho tiempo, esfuerzo, trabajo y sacrificio.
Desde hace 4 meses trabaja en el Centro Médico Nova Neth, en Maiquetía, y en Camuribe, dos excelentes centros donde “nos ayudan mucho como profesionales de salud a darnos las herramientas y oportunidades.”
Su vocación comenzó desde niña a raíz de la enfermedad de su padrino que sufría de esclerosis múltiples. “De pequeña siempre decía que iba a estudiar medicina para ayudarlo a levantarse, sino a él, al menos a otros para que puedan caminar pues es una enfermedad paralizante. A medida que estudiaba, le fui tomando amor”.
Originaria de Pariata, Aguilera no lo pensó dos veces cuando fue seleccionada por la Opsu para estudiar en San Juan de los Morros. Dijo que fue una buena experiencia porque la gran mayoría de los estudiantes de la Universidad Rómulo Gallegos viene de otros estados.
Estuvo los tres primeros años en Guárico y al cuarto año se vino a La Guaira a cumplir con sus servicios en el Seguro Social. Posteriormente estuvo en el Periférico de Catia y en el Hospital Dr. Domingo Luciani.
Cuenta que en su carrera ha tenido momentos tristes, como no poder dar una solución a la enfermedad de los pacientes o anunciar a un familiar la muerte de un ser querido. Pero, también ha vivido momentos satisfactorios cuando un paciente sale de alta, ejemplo durante la pandemia por el covid-19 que lo vivió en Perú./LDS