Niños y los mayores son los más propensos a la depresión
El descuido en el aseo personal, retraimiento y falta de deseo para realizar las cuestiones cotidianas de la vida, son indicadores que nos deben encender las alarmas, porque podríamos estar ante una persona deprimida que es un paso hacia posible suicidio.
Róger Álvarez, psicólogo clínico del dispensario Sagrado Corazón de Jesús en La Páez, Catia La Mar, manifestó que la persona deprimida se aísla.
Además, se ha visto con frecuencia que emplean mucho tiempo en el celular para evadir esos pensamientos negativos que constantemente le reafirman su visión, generalmente desconsiderada hacía sí misma, de minusvalía.
Señaló que la depresión es multifactorial, pues hay aspectos psicógenos y biogénicos, porque la depresión es un trastorno, una enfermedad.
“En los últimos años ha habido un aumento significativo de las alteraciones del estado de ánimo sin distinción de edad. Lo que sí he notado mucho es que los grupos etarios más vulnerables son niños y adultos mayores. También las mujeres”.
El especialista explicó que los niños por no tener los recursos psicoafectivos, debido a su misma condición de desarrollo, son los más vulnerables a estas alteraciones del estado de ánimo, al no tener la manera correcta de adaptarse a su medio.
“Las madres pueden detectar cuándo su hijo está deprimido por su lenguaje verbal y corporal. Comienzan a expresarse de manera despectiva hacia ellos mismos, por ejemplo: “Yo no puedo hacerlo”, “Yo no sirvo para esto”, “No sirvo para nada”, o “Nunca lo podré hacer”.
Róger Álvarez comentó que es imposible que los niños no se vean involucrados en los problemas de su entorno. Por eso la familia al ver los primeros indicadores, que son el lenguaje que va deteriorando poco a poco su autoestima y sus cambios de comportamiento.
Al notar esto los padres deben revisar esos cambios y tratar de evitar algunas ideas o acciones suicidas.
Acudir al especialista
“Lo más recomendable es acudir a un especialista de la salud mental, un psicólogo o psiquiatra, esto porque el estado depresivo y, en este caso, la intención suicida tienen componentes biogénicos que deben ser atendidos por un psiquiatra.
La combinación de ambos de alguna manera nos permite acompañar a la persona a que cambie su percepción del problema y construya las herramientas para adaptarse a su medio”.
Recalca que la depresión como enfermedad tiene su fundamento en la teoría monoaminélica. Es decir se habla de una disfuncionalidad de las tres principales monoaminas: norepinefrina, dopamina y serotonina.
“Hoy en día nos hemos dado cuenta, y la pandemia fue una gran escuela para todos, que la salud mental es importante porque no podemos tener salud física, sin salud mental.
Una buena salud mental tiene su gran ventaja, pues nos permite crear y construir recursos no solo a nivel emocional, sino conductual y de pensamiento que nos permiten adaptarnos mejor a nuestro ambiente”.
Puntualizó el especialista que el desarrollo del optimismo, la fe, la alegría, la resiliencia tiene repercusiones positivas en el ser humano.