El Entierro de la Sardina: una tradición más viva que nunca en Naiguatá

La Guaira es una tierra llena de tradiciones culturales y este 22 de febrero, como cada miércoles de ceniza, se realizó el acostumbrado Entierro de la Sardina, en Naiguatá, con la participación de más de mil personas que no quisieron perderse la tradicional procesión con la sardina y sus viudas.

Hombres y mujeres se reunieron para maquillarse y disponerse a representar a las viudas del entierro y a los demás personajes como el monseñor, el sacerdote, el diablo, entre otros, con el objetivo de emprender la ruta que los lleva por toda la población de Naiguatá.

«El Entierro de la Sardina para nosotros los varguenses y para toda Venezuela debe ser algo muy grande y motivo de orgullo para todos. A estas fiestas siempre vienen personas de todo el estado y todo el país y para nosotros es importante que se lleven una buena referencia de este evento cultural», dijo Ramón Quintero, conocido como «Chuo», quien tiene 51 años participando en la procesión.

La temática constituye la parodia de un entierro. Cuenta además con una especie de carroza donde se coloca una sardina hecha de cartón y alambre decorado con palmas y productos agrícolas, que representa la cosecha y la invocación de la fertilidad.

Detrás de la mencionada carroza van las viudas de la sardina emulando llantos y gritos de dolor, confesando sus pecados tras el sacerdote. Durante la procesión el diablo va danzando de un lado a otro, tratando de obstaculizar el paso del entierro y deseando raptar la sardina, pero los policías mantienen el orden hasta llegar a la plaza, donde aumenta la animación de la colectividad que acompaña la procesión y que generalmente también se disfraza.

«Es un placer y una gran responsabilidad para mí ser parte de esta tradición. Esto es teatro de calle y nosotros somos artistas», Franklin Suárez, interpreta al diablo desde hace 5 años. Por su parte, Juan José Montes Romero, quien interpreta a un sacerdote expreso que esperan seguir asistiendo durante más años.

«Tenemos que darle las gracias a Dios y a una gente por mantener nuestra cultura y nuestras costumbres que son muy importantes para todos los naiguatareños. Son 65 años llevando a cabo esta tradición y esperemos que sigan siendo muchos más, que trascienda de generación en generación», indicó Montes.

Años de tradición y cultura

Hay que recordar que el Entierro de la Sardina es una tradición que provino desde la ciudad de Murcia, España, gracias a los colonizadores españoles y luego se expandió por Venezuela, especialmente en Puerto Cabello, Carabobo y Naiguatá.

La procesión se realiza durante el Miércoles de Ceniza, un día después de la finalización de las fiestas de carnaval, con la intención de iniciar la cuaresma y pedir por la cosecha y fertilidad de los animales de cría según la tradición.

El recorrido culmina con el paso de la procesión por la avenida a las orillas del mar y, al anochecer, lanzan la sardina al agua, mientras las viudas lloran, la sardina es devuelta al agua cerrando así el ciclo de festejos carnestolendos hasta el año siguiente.

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