Centro misionero La Candelaria puso en escena su nacimiento viviente

Celebraron la misa de aguinaldo en Punta Brisas con parrandas y villacincos

Laura De Stefano

Once niños de la catequesis de los centros misioneros San Bartolomé de Macuto, Virgen del Valle, Frente al Mar, Nuestra Señora de La Candelaria y Santa Ana de El Cojo representaron El retablillo de Navidad del poeta caraqueño Aquiles Nazoa en la comunidad de Punta Brisas.

Nelson Galvis informó que previo a la celebración de la misa de aguinaldo, presidida por el presbítero Rafael Troconis, escenificaron el nacimiento del Niño Jesús. “Fue organizado por Edilin MaríaTexeira y Odalis Málaga del centro misionero La Canderlaria con la colaboración de la comunidad, en especial de la profesora Dinorah García”.

Ulises como San José, Neiza en el papel de la Virgen María, Jerón como el Niño Jesús, los pastores Saúl, Vanessa, Claudia Corro, Junismar, Karina; las ovejas Maryand y Anabella Galvis, Joluenis como el Ángel se preparon por un mes para la puesta en escena.

El padre Troconis en su homilía se refirió a una serie de acontecimientos que anticiparon y prepararon el nacimiento de Jesucristo. Una fue la concepción de San Juan Bautista y en la misa del miércoles la concepción de Nuestro Señor. Pero, Dios ya había anunciado siete siglos antes por boca del profeta Isaís la venida de Cristo a la tierra.

“Esa profesía tuvo su cumplimiento en María, porque ella es esa virgen a quien Dios envió el Ángel Gabriel para que le anunciase la noticia más hermosa e impresionante que se haya comunicado a la humanidad. Dios cumplía su promesa y venía a la tierra a salvarnos”.

Dijo que una de las cosas que más llama la atención es el sí de María, esa aceptación confiada de la voluntad y de los planes de Dios. Relató el caso de una persona que sufrió un accidente cerebro vascular y que tal vez piensa que su vida no tiene sentido, pero si le ofrece al Señor la salvación del mundo está haciendo mucho más que cualquier persona sana. “Porque su sufrimiento es un tesoro a los ojos de Dios, pero para enteder eso hace falta tener fe, de lo contrario ese sufrimiento es un absurdo, los fracasos de la vida y los problemas de la existencia serían un absurdo”.

Manifestó que si alguien nos puede enseñar a comprender lo que Dios quiere de nosotros y aceptarlo como un regalo, es precisamente la Santísima Virgen María. Ella nos muestra cuál es el camino de la salvación, que es la fe y la aceptación de la voluntad de Dios para nosotros que puede ser difícil y dolorosa. Pero, cuando sabemos aceptarla, Dios comienza a ser cosas grandes a través de nosotros y gracias a esa fe comienza a ocurrir cosas estupendas en el mundo.

Una Navidad distinta y especial

En 1223, en el pueblo de Greccio, Italia, nació el primer pesebre viviente. Relata la historia que San Francisco de Asís, estaba débil y enfermo, y pensando que aquella sería su última Navidad en la tierra quiso celebrarla de una manera distinta y muy especial.

Como en el bosque de Greccio existía una gruta, el cual San Francisco de Asís le recordó a la cuevita donde nació Jesús en Belén, se emprendió la tarea de hablar con un amigo para escoger a personas que representaran a la Virgen María, José, a los pastores y un bebé que hiciera de Jesús.
Luego de hacer los preparativos, invitó a todo el pueblo, explicándoles que en la noche del 24 iban a experimentar un momento muy especial, inolvidable, por esto les indicó el lugar a donde se debían dirigir.

Al llegar la noche del 24, los pobladores se fueron hacia la gruta acompañados con antorchas. Cuando llegaron al lugar quedaron tan admirados por encontrarse con la representación de los campos de Belén, con el principal acontecimiento de la historia, el Nacimiento del niño Jesús.
San Francisco de Asís murió 3 años después de este evento, dejando la costumbre de hacer el pesebre todos los años en las épocas decembrinas.