70% de las embarazadas guaireñas son adolescentes

Las causas de un embarazo precoz se presumen con cierta ligereza, sin embargo, cada niña y joven embaraza guarda secretos y miedos que pocas veces son contados, así como interrogantes que no siempre son manifestadas o respondidas. Lejos de justificar el hecho, están las historias de María Fernanda (14), Dayana (16) y Glorymar (13), quienes a su corta edad se enfrentan a lo que ellas mismas llaman “el reto de sus vidas”.

Glorymar decidió tener un hijo a los 13 años de edad para escapar de los golpes de su hermano. Dayana, tras quedar embarazada por primera vez a los 15 por falta de protección, dio a luz y de momento se encuentra en la espera de su segundo hijo, mientras que María Fernanda reconoce que la pasión e inmadurez le dieron una mala jugada. De cualquier forma, las 3 son parte de las 250.501 adolescentes entre 12 y 19 años que tienen hijos en Venezuela, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo publicado durante el primer trimestre del año y del 70% de los embarazos precoces en la entidad.

“Me gustaba mucho salir, algunas veces mi mamá me daba permiso y otras no. Mi hermano me iba a buscar a donde yo estuviera y me devolvía a la casa mientras me agarraba a golpes en la calle. Me dije: ‘si salgo embarazada, me libero de los golpes de mi hermano’. Y así lo hice”, comentó Glorymar mientras acariciaba su barriga de 6 meses de gestación.

Fue detrás de lo que le pareció un boleto para escapar de la violencia, que tuvo sexo con su novio sin que él supiera que ella no se estaba protegiendo. Dejó de ir al colegio cuando se enteró de que estaba embarazada. Cursó hasta primer año de bachillerato. Y, aunque mantiene algún contacto con el padre de su futuro hijo, ya no son una pareja ¿La razón? También la golpeaba.

Madre de dos antes de los 18

A los 15 años, producto de la ignorancia sobre métodos anticonceptivos, Dayana quedó embarazada de su primer hijo. “Mi mamá siempre tuvo un tabú con respecto al sexo. Me decía que un hombre y una mujer no podían tener relaciones, nunca me dijo que había pastillas o condones. Nunca me cuidé”, aseguró.

Ser una madre joven es fuerte, pero ella cree que le ayudó el entrenamiento que tuvo en la crianza de sus 3 hermanos menores. “Mi mamá estudiaba en la universidad y trabajaba y mi papá también trabajaba. Ya sabía qué era hacer un tetero, sacar gases y cambiar pañales”.

A sus 16 años, Dayana forma parte del 42,9% que asegura haber quedado embarazada por decisión propia, de acuerdo con el Diagnóstico de los factores generadores del embarazo a edad temprana y en adolescentes, publicado en noviembre de 2021 por el Instituto Autónomo Consejo Nacional de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Idenna).

“El primero es hijo de mi primer amor que murió a raíz de un enfrentamiento con un malandro. Con mi segunda pareja que tiene 18 años, ya tengo 1 año y 4 meses. Tenemos casa, los dos trabajamos, yo en vender chucherías desde casa y él como delivery. Y bueno decidimos tener un bebé, ya que él no tenía hijos aún. Dejé de tomarme las pastillas en julio y en septiembre quedé embarazada”.

A diferencia de la primera gestación, el segundo embarazo de Dayana es de alto riesgo y ha tenido varios conatos de aborto. El bebé no tiene casi espacio para crecer, pues su madre es de baja estatura y de contextura delgada. “Mi hijo mayor es tremendo, pero lo entretengo. Es muy inteligente, yo le digo que el hermanito está botando sangre y que tiene que estar más tranquilito, que no haga bulla. Él capta la cosa y se pone a jugar”.

Durante la espera de su primer primogénito abandonó el bachillerato que luego espera recuperar por parasistema. Para cuando su segundo hijo haya nacido y tenga al menos un año, para así luego poder estudiar Ciencias Forenses o Enfermería.

Un juego de 9 meses

“Mi mamá fue la que primero se dio cuenta de mi embarazo. Dormía y comía mucho y duré bastante tiempo sin la regla. Cuando vimos la prueba positiva ella me dijo que era mejor que me sacaran al niño, pero yo le dije que no”, relató María Fernanda.

Su mamá, a pesar de las discusiones por el desacuerdo, la acompañó a su primera cita con el ginecólogo y a un par más, sin embargo, el trabajo la aleja de acompañarla en un embarazo calificado de alto riesgo por su edad.
“Mi novio que es 2 años mayor que yo me insistió en tener relaciones, asegurándome que eso era ‘como un juego’, y realmente lo disfruté, pero ya veo que más que un juego es una responsabilidad”.

Para María Fernanda estos últimos 5 meses han sido de cambios. “Ahora preferiría haber hecho las cosas diferentes. Habría evitado ciertas cosas como el no habernos cuidado o esperar un poco más de tiempo para tener relaciones. Dejé de estudiar de momento, pero espero poder retomarlo el año que viene”.

Se encuentra viviendo entre la casa de su pareja y la de su madre, pues reconoce que hay días mejor que otros. “Me quedo en la casa de mi pareja pero no siempre, ya que es difícil porque él no trabaja y a sus padres se les complica mantenernos 100% a los dos. Por eso gran parte del tiempo estoy donde mi mamá, allí la cosa es más relajada, de verdad”.

Una problemática psicosocial

Lejos de ser un hecho netamente biológico, la maternidad precoz es una problemática psicosocial que depende del contexto sociohistórico de la mujer, en particular de las ideas que se entretejen en torno a temas como la procreación y la crianza, así lo entiende la Sociología.

La adolescencia, período del desarrollo que señala el paso de la niñez a la adultez, es también una construcción social, es decir, asume diversas formas en diferentes entornos culturales y económicos. Es pues, en un marco de significados socioculturales que deben valorarse los riesgos que la adolescencia conlleva, tales como las relaciones sexuales tempranas y, consecuentemente, los embarazos y partos adolescentes que según la legislación venezolana, serían los que se producen entre los 12 y los 17 años de edad.

A menudo las progenitoras menores de 18 años de edad enfrentan dificultades económicas para costear la manutención de un niño pequeño, por lo que suelen necesitar ayuda gubernamental y no tienen más remedio que continuar viviendo con su familia en una situación de dependencia durante y después el embarazo.

Además, por lo general abandonan los estudios, toman empleos mal remunerados y son más propensas a salir embarazadas nuevamente. Es posible que tanto ellas como sus parejas carezcan de la educación, la madurez, las habilidades y el apoyo social requeridos para ser buenos padres. Asimismo, sus hijos tienen mayor probabilidad de afrontar problemas académicos y del desarrollo, de padecer de depresión, de incurrir en abuso de sustancias y actividad sexual temprana y de convertirse, a su vez, en padres adolescentes.

Aumenta en 100%

El diagnóstico realizado por el Idenna y el BID reveló que 53,8% de la población se inició sexualmente antes de cumplir los 18 años de edad y que 38,2% de los encuestados dijo que no hablaba de sexualidad en el hogar. La desinformación fue casi una regla entre los entrevistados: 23,8% desconocía cómo poner el condón masculino, solo 50,7% sabía cómo usar correctamente las pastillas anticonceptivas, y apenas 23,3% sabía cómo actuar si había olvidado tomar una píldora y tuvo relaciones sexuales.

Según el estudio del Idenna, 1% de los embarazos adolescentes ocurre entre los 10 y 12 años de edad, otro 1% a los 13 años, 4,7% a los 14 años, 9,1% a los 15 años y 21,4% a los 17 años. Los indicadores más altos están en poblaciones de 18 años (29,1%) y de19 años (40,9%). “En consulta veo niñas de 16 años con 2 y 3 hijos, muchachas de 21 años esterilizadas porque ya tienen 5 hijos. Tengo abuelas de 28 años, que parieron de 14 y que ahora su hija de 14 años también parió. La idea es prevenir”, manifestó Pilar Monterubio, médico pediatra.

En el caso de las consultas prenatales atendidas en el Hospital Materno Infantil de Macuto, Ana Teresa de Jesús Ponce durante los primeros 4 meses del 2021 hay un total de 121 casos de embarazos adolescentes, en enero no hubo; febrero con 10; mazo con 35 y abril con 76. Ahora, si comparamos las estadísticas con el primer cuatrimestre del 2022 las mismas han aumentado un 50%, puesto que 242 casos se han registraron durante estos primeros meses. Enero con 44, febrero con 36, marzo con 68 y abril con 94.

Por otra parte, el año pasado se contabilizaron 1.018 casos de embarazos precoces en consultas prenatales, de las cuales 728 fueron continuamente a sus chequeos médicos y otras 290 asistieron de manera irregular. Mayo 80; junio 49; julio63; agosto 55; septiembre 70; octubre 62; noviembre con 132 y diciembre con 96.

Deficiencias en las estrategias de planificación familiar
El médico gineco obstetra Jesús Gessen, le concedió una entrevista al Diario La Verdad de Vargas para aclarara ciertos puntos importantes sobre la problemática, siendo experto en el área con estudios científicos desarrollados por más de 20 años.

¿El cuerpo de una adolescente está «preparado» o «apto» para un embarazo?

Los embarazos precoces se dividen en 2 categorías. La primera es cuando se da una gestación antes de los 15 años de edad y se le llama adolescentes gestante precoz y, la segunda, se le denomina adolescentes gestantes tardía que es entre los 15 y 19 años de edad.

Los cuerpos anatómicamente hablando a esas edades no están absolutamente conformados ni madurados y por ende tiene mayor riesgo desde el punto de vista médico. Una gestante adolescente no esta preparada ni social, ni económica, ni psicológicamente y biológicamente para asumir el reto de un embarazo.

¿Cuáles son las consecuencias a nivel de salud, hormonal y físico cuándo se tiene un embarazo precoz?

Todas estas adolescentes debe estar sujetas a una consulta de control, ya que son embarazos de alto riesgo. Incluso, sus hormonas no están absolutamente desarrolladas, y eso se le conoce como el eje hipotálamo-hipófiso-ovárico lo cual conlleva que al momento de su gestación pueda haber dificultades por sus deficiencias, insuficiencias, difusiones o mal funcionamiento de lo hormona de la mujer.

Según su experiencia, ¿cuál es la edad más repetitiva en el caso de embarazos precoces?

Hay una mayor incidencia en las adolescentes gestantes tardías, no obstante, la incidencia de las adolescentes gestante en general se comporta muy similar a nivel nacional, e incluso, internacional. Es un patrón de los países subdesarrollados, en los cuales la planificación familiar y las políticas públicas en relación al tema son ineficientes.

¿Cuáles son las fallas en el sistema de salud nacional que están directamente relacionadas al embarazo precoz?

La dificultad de personal médico, daños de infraestructura, falta de insumos médicos, entre otras fallas, hacen complejos estos embarazos que necesitan de mayor cuidado. Si a eso le sumamos que hay un ocultamiento a no tener las estadísticas actualizadas o bien llevadas, pues eso complica la estrategia médica e ipemediológica a seguir para así tener un estudio claro y su incidencia en el embarazo precoz.

En definitiva, hay deficiencias en las estrategias de planificación familiar, en las consultas de alto riesgo y, por supuesto, en la educación y control que deben tener los jóvenes para evitar este tipo de embarazos.

¿Cuál es la realidad que viven las jóvenes con un embarazo precoz una vez que acuden a un centro de salud público?
No es un secreto que los centros de salud públicos se encuentran en total abandono, lo cual imposibilita en gran medida la atención adecuada, lo que hace que el control prenatal sea uno muy costoso, ya que deben recurrir a consultas y exámenes privados lo cual dificulta el acceso a muchas adolescentes.

Una problemática multifactorial

El psicólogo clínico Willman Echarry desarrolló su percepción sobre el embarazo precoz para La Verdad de Vargas, lo cual permitió comprende de que manera esta ciencia estudia y trabaja para en función de contrarrestar la incidencia de este mal.

¿Cuáles son las causas del aumento del embarazo adolescente?

Las causas están vinculadas a la curiosidad sexual, ya que estamos hablando de una etapa como la adolescencia donde prevalecen los cambios fisiológicos, anatómicos, biológicos y comportamentales, es decir, todo esto permite que la joven quiera conocer más de lo que probablemente sabe.

Además, esto va influido por 3 hormonas como lo son la adrenalina, que es aquella que asociamos al riesgo, la ventura y el reto; la hormona de la noradrenalina, que tiene relación con el enamoramiento y la conquista, así como la dopamina que tiene que ver con la intimida y que lleva la clímax sexual. También, intervienen elementos pornográficos en redes sociales la y la falta de conocimientos en métodos anticonceptivos.

¿Qué factores psicosociales influyen para ese crecimiento?

Acá intervienen 2 grandes factores. El primero los problemas en el hogar, donde se destaca las condiciones socioeconómica en las viven muchas jóvenes, casas con pocos espacios y esto lleva al hacinamiento, lo que muchas veces ocasiona el incesto, por ejemplo; o la forma en la cual muchos padres otorgan permisos para recrearse, pues en muchos hogares no son tan permisivos y en otros lo son mucho, ambos extremos tiene repercusiones en como se vive la sexualidad.

De segundo es la deserción escolar, donde al abandonar los estudios logra exponer al ocio y con ella ha experimentar la sexualidad a edades mucha más temprana.

¿Cómo influye el machismo en la proliferación de embarazos?

Si influye de manera considerable, pues hemos podido observar como en estas últimas décadas del siglo la mujer ha estado ocupando grandes e importantes cargos, y esto ha estado generando serios problemas en el anclaje y los antecedentes antropológicos que tiene la psique del hombre venezolano, el cual sigue buscando como hacer su vida a través de la procreación para así dejar descendencia, pero cuando se topa con mujeres que prefieren postergar la maternidad se consiguen con el problema de sus vidas.

¿Quieren los hombres embarazar irresponsablemente para dominar a la mujer?

En parte, recordando que muchos se valen de la manipulación y el engaño de manera abusiva sobre la mujer, que viene desde un nivel sociopatológico y que buscan aflorar su lado de macho sobre el género opuesto en forma de ser el líder.

¿El discurso del presidente esta promoviendo la maternidad, qué grado de responsabilidad tiene?

Esto tiene que ver con una política de Estado, lo que se llama planes de políticas públicas gubernamentales, porque así como existe la promoción a la maternidad, también promueven la ChaMba Juvenil y el ingreso de los jóvenes bachilleres a la universidad. Sin embargo, no creo que busque promover el la maternidad en adolescentes, es más una falta de otros planes o públicas como de una mejor educación y salud las que llevan a ello.

¿Qué recomienda para poner freno al aumento de embarazos?

Lo primero es que de manera tranversal se diera en todos y cada uno de los niveles de educación secundaria la materia de embarazo en adolescentes, esto mostrando el embarazo precoz como una consecuencia riesgo de la etapa. Y lo segundo, sería una campaña sistemática sobre el cambio de intereses colectivos, esto generaría un impacto significativo sobre el público adolescente y así ir cambiando la forma en la que estos actúan durante su adolescencia.

Gabriel Hernández
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