Papa Francisco celebró el Jueves Santo en la basílica de San Pedro
El papa Francisco ofició este Jueves Santo, una misa en la basílica de San Pedro del Vaticano, antes de su esperada visita a un penal italiano para el tradicional ritual de lavado de pies a una docena de reos, como un gesto de humildad.
A la misa asistieron unos 1.800 sacerdotes. En su homilía, el pontífice aconsejó a los curas que no se centren en preocupaciones mundanas como el poder, la planificación o la burocracia y los animó a “servir, con la conciencia tranquila, al pueblo santo y fiel de Dios”.
Francisco ha hecho de la atención a quienes están en los márgenes de la sociedad, incluyendo refugiados, migrantes y reos, un sello distintivo de su papado. En años anteriores también visitó cárceles de la capital italiana o próximas, en este día.
La Semana Santa, que atrae a cientos de miles de fieles al Vaticano, comenzó el 10 de abril con la misa de Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro.
Este año, el Via Crucis de Viernes Santo, una procesión que se celebra a la luz de las antorchas, regresa a su emplazamiento original, el Coliseo de Roma, tras dos años de ausencia por la pandemia del coronavirus.
El Vaticano ha invitado a una mujer rusa y a una ucraniana, que trabajaban juntas en un hospital en Roma, a portar juntas la cruz durante un tramo del recorrido. Esto ha enojado a algunos ucranianos, incluyendo al embajador del país ante la Santa Sede y al arzobispo de Kiev. Sus objeciones se centran en la inconveniencia de ese gesto, que implica reconciliación, dado que Rusia invadió a su vecino y le impone guerra que está acabando con miles de vidas ucranianas y destruyendo a medio país.