“El valor más importante que hay que inculcar en los estudiantes es el amor”

Hasbely Bolívar

Para Jazmín González, quién dice ejercer las dos profesiones más importantes del mundo: ser madre de dos adolescentes y educadora, un maestro debe tener características especiales y mucha disciplina.

Jazmín González, 23 años de servicio, dice que a pesar de las vicisitudes estudió la mejor profesión

Señala que tiene 23 años de servicio en la escuela Alfredo Machado, La Soublette. Estudió la carrera en el Pedagógico de Caracas, pero en el cuarto semestre congeló por razones ajenas a su voluntad.

Dice que no se estancó, que decidió perseguir sus sueños y al tiempo retomó la carrera en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, de donde egresó hace más de 18 años.

Comenta que hace cinco años sacó una maestría en Educación Superior en la Unefa, en convenio con una casa de estudios cubana, por lo que su título es reconocido internacionalmente.

“Siempre soñé con ser abogado o maestra, pero definitivamente escogí la profesión más bonita del mundo a pesar de las adversidades. Lo mío es vocación pura, es por amor a la gente, es por el trabajo en colectivo. Me considero una persona inteligente y me gusta enseñar”.

Narra que se inició en básica, pero hace cinco años comenzó a enseñar a los niños de preescolar. Para ella el valor más importante que hay que inculcar en los estudiantes es el amor porque “con amor se logra todo, es un principio de vida, con el amor se aprende a perdonar”.

Considera que su experiencia “ha sido reconfortante. El hecho de que tenga alumnos, que son mis ahijados, por lo que ahora son mi familia es un sentimiento hermosos. Ver que las generaciones que has educado han dado frutos. También ese reconocimiento social, pues por donde paso me dicen: ella es mi maestra Jazmín. Eso es lo más importante”.

Se reinventó para sobrevivir la pandemia

Durante la pandemia González tuvo que buscar alternativas para sobrevivir: “Hice lo que mejor sé hacer: enseñar”.

Comenzó a dar tareas dirigidas a los niños de su comunidad en los bloques de La Soublette a precios solidarios, por la necesidad de los alumnos y los representantes.

“Mi hija me ayuda con los de bachillerato y yo atiendo a los de básica. Teníamos el horario de lunes a miércoles, cuando estábamos en cuarentena tenía tres turnos, ahora solo después del mediodía”.

“Merecemos mejores beneficios”

La maestra manifiesta que el Gobierno debe ser consciente de la responsabilidad que tiene un docente y es por ello que pide una mejora en los salarios, así como también en los servicios de salud y demás beneficios laborales que les permita una mejor calidad de vida.

“Hemos hecho de tripas corazones, pero a pesar de las adversidades aquí seguimos dando la cara por nuestro país. Eso debe ser reconocido”.

Por último, hace un llamado a los jóvenes que quieren estudiar esta carrera, la cual considera que es un tanto difícil, sin embargo, los invita a perseguir sus sueños, ser responsable y hacer las cosas con amor./jd

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