Llevan hasta la montaña reliquia de la Virgen de Coromoto de Naiguatá

Laura De Stefano

Cuatro horas de camino realizaron unos 200 feligreses con la reliquia de la Virgen de Coromoto de Naiguatá hasta el sector La Alvareña, donde pidieron especialmente por los conuqueros de la zona.

Peregrinos oraron por los conuqueros del sector

El presbítero Alberto Castillo, párroco de la iglesia San Francisco de Asís, señaló que la iniciativa nació de una solicitud de la familia Quintana de llevar en peregrinación la reliquia hasta las montañas.

“Salimos el sábado 8 de enero a las 6:00 am y llegamos a las 10:00 am. A las 11:00 de la mañana se celebró la Eucaristía, posteriormente preparamos un sancocho y las 2:00 de la tarde bajamos al pueblo. Fue un día de oración y de compartir como hermanos. Además de conocer tan bellos parajes montañosos”.

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Más de 250 años de devoción

La devoción a la reliquia tiene más de 250 años, como queda demostrado en los estudios realizados en el prestigioso Archivo Arquidiocesano de Caracas. Allí aparece el inventario levantado el 7 de septiembre de 1877 por el presbítero Ramón Agreda, en donde se describe “una custodia de plata dorada con su relicario, donde está la Virgen de Coromoto. El relicario tiene en su circunferencia 30 brillantes”.

En realidad, son cristales que adornan la reliquia. Se confirmaba el testimonio oral del hermano Nectario María. Ya al final del siglo XIX estaba el actual relicario en la Iglesia de Naiguatá.

En el libro de la profesora de la UCAB, Marielena Mestas Pérez, aparece el testimonio escrito del obispo Mariano Martí con relación a la presencia de la reliquia de la Virgen de Coromoto de Naiguatá, que para ese momento recibía culto público, lo que implica una devoción de 280 a 300 años de existencia.

En 1772 se conservaba en la iglesia parroquial de Naiguatá, en medio de un sagrario pequeño, con su cerradura y llave de plata, una custodia de plata sobredorada y dentro colocada la imagen de Nuestra Señora de Coromoto.

Su aparición, según lo relatado por los habitantes, ocurrió en un manantial denominado La Boquita, situado actualmente en la entrada del Club Puerto Azul. Allí un indio llamado coincidentemente Coromoto vio la piedra con la figura de una Virgen orando./jd

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