Bebió licor artesanal y amaneció muerto en Carayaca

Manuel García Bandes, de 25 años, fue encontrado este lunes sin vida en su vivienda en el sector El Tigre, vía Puerto Cruz, en la parroquia Carayaca. Según las autoridades, en horas previas a su muerte, García preparó el licor artesanal con sus amigos y luego lo tomó.

Los allegados confirmaron a la policía que luego de consumir la bebida se fueron a comer perros calientes. Después se fue a su casa y se acostó a dormir, reseñó La Patilla.

Al día sigueinte, funcionarios encontraron su cuerpo boca arriba con rastros de alimentos en el rostro. Sus restos fueron trasladados a la morgue para practicarle la autopsia.

En los últimos 3 años se han multiplicados las muertes e intoxicaciones debido al consumo de licores artesanales. Una de las mezclas más peligrosas es la de cocuy de penca casero con el jugo en polvo Fructus, la cual causó 4 muertes en Aragua en 2019. Un año antes, 12 miembros de una misma familia murieron por una intoxicación en Villa de Cura, Aragua.

Las intoxicaciones más frecuentes son las causadas por metanol, un alcohol altamente tóxico que algunos de estos creadores artesanales colocan en sus licores para hacerlos más fuertes y abaratar sus costos.

«Alertamos a la población para que evite el consumo de estos licores o sus mezclas, pues el consumo de metanol produce trastornos neurológicos como el síndrome de Wernicke-Korsakoff, el cual ocasiona daños en el tálamo y el hipotálamo, neuropatías periféricas y centrales que causan ceguera y conducción eléctrica del corazón y, por supuesto, la muerte”, advirtió el médico toxicólogo José Trujillo.

¿De donde sale el metanol?

La producción de licores como el cocuy conlleva varias etapas, entre ellas, la fermentación y la destilación. Durante la primera, se lleva a cabo un proceso bioquímico que convierte los azúcares en alcohol y con la segunda, se separan los alcoholes etílicos y metanoles, reseñó Crónica Uno.

Estos últimos, conocidos como alcoholes de madera, no son aptos para el consumo humano debido a su alto grado de toxicidad y son desechados por las empresas licoreras. Se emplean fundamentalmente en la industria cosmética, pero también se usan como combustible o para la fabricación de plásticos, barnices, pegamentos anticongelantes y carburantes de vehículos.

“Pero manos asesinas, mentes macabras, adquieren ilegalmente el metanol para mezclarlo en mayor proporción con alcoholes etílicos, que son vendidos como licores artesanales y supuestamente buenos. Por ejemplo, a 300 litros de cocuy de penca original, le agregan 700 litros de alcohol metanol y esos son los que se venden en garrafitas, botellas y en guarapitas”, expresó Yordis Urbina, fundador, director e instructor de la Escuela de Bartenders Gin Brothers.

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