EEUU sobre gobierno cubano: Tiene miedo de escuchar la voz de su propio pueblo
Así lo expresó este martes Brian Nichols, responsable de Latinoamérica en el Departamento de Estado de EEUU, después que el gobierno del presidente cubano Manuel Díaz-Canel impidiera a los cubanos salir a las calles a protestar.
Sostuvo que “las autoridades cubanas arrestaron, bloquearon y hospitalizaron a activistas en toda la isla”, con un inmenso despliegue policial. Además «intentaron bloquear el acceso a internet a algunas personas, así como a redes y áreas específicas».
“Es una señal clara de que el régimen cubano tiene miedo de la voz de su propia gente y de sus intentos para reprimir sus deseos legítimos de democracia y marcar su propio futuro”, señaló el funcionario estadounidense, en su primera comparecencia ante el Congreso desde que fue confirmado como encargado de Latinoamérica en el Departamento de Estado.
Preguntado por las acciones adoptadas por Washington contra La Habana, dijo que desde las protestas de julio pasado en la isla, EEUU ha impuesto “cuatro rondas de sanciones” contra las autoridades cubanas implicadas en la represión.
“Continuaremos buscando oportunidades para enviar muestras concretas de apoyo al pueblo cubano”, agregó.
Archipiélago, el grupo de activistas que convocó la protesta, aseguró en un comunicado que han registrado “más de 100 activistas sitiados, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, actos de repudio, violencia, amenazas, coacción y discursos de odio”.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, calificó de “operación fallida” la convocatoria de la marcha que había sido declarada ilegal por el Gobierno.
Reiteró su acusación al Gobierno de EEUU de haber orquestado la campaña a favor de la Marcha Cívica por el Cambio, una iniciativa creada por un grupo de jóvenes cubanos descontentos con el sistema de partido único y economía centralizada vigente desde hace seis décadas.
Previamente, el Gobierno cubano retiró el pasado sábado, horas antes del inicio de las protestas, las acreditaciones a todos los periodistas y gráficos de la agencia EFE en la isla sin explicar motivos ni aclarar si se trataba de una medida temporal o permanente, aunque horas después se las devolvió a dos de ellos.