Guterres: El mundo debe despertar. Estamos al borde de un abismo
El secretario general, António Guterres, abrió la Asamblea General de la ONU con análisis sobre el estado actual de crisis global, en el que destaca la pandemia de covid-19 y el grave impacto humano sobre el medio ambiente.
«El mundo debe despertar. Estamos al borde de un abismo y moviéndonos en la dirección equivocada. Nuestro mundo nunca ha estado más amenazado o dividido. Enfrentamos la mayor cascada de crisis en nuestras vidas», dijo a los líderes internacionales reunidos en Nueva York.
Presentó un sombrío análisis de la coyuntura internacional, marcada a su juicio por la falta de unión en la respuesta a la pandemia, los pocos avances en la lucha contra el cambio climático, las crecientes desigualdades y las crisis en países como Afganistán, Yemen y Etiopía.
Sobre la pandemia de covid-19 destacó que «ha agigantado notorias desigualdades»; la crisis climática «que golpea el planeta», «agitación de Afganistán a Etiopía y Yemen y más allá» que «ha desbaratado la paz».
Con la imagen de vacunas de covid en la basura, caducadas y sin usar, Guterres ha señalado críticamente a la «falta de voluntad política, egoísmo y desconfianza» y ha hablado directamente de «obscenidad». «Aprobamos el examen de la ciencia pero estamos suspendiendo en ética», ha dicho.
Emergencia climática
En su radiografía de la grave situación, Guterres ha señalado particularmente a la emergencia climática, recordando que se necesita un recorte del 45% de las emisiones para 2030 pero, sin embargo, según un informe reciente con los compromisos nacionales actuales las emisiones aumentarán un 16% para 2030. «Eso nos condenaría a un escenario infernal de aumentos de temperaturas de al menos 2,7 grados sobre niveles preindustriales», ha recordado.
«Estamos a semanas de la conferencia del clima en Glasglow pero aparentemente a años luz de alcanzar nuestros objetivos. En lugar de en un camino de solidaridad estamos en un callejón sin salida a la destrucción».
El clima es uno de los seis terrenos, junto a la paz, la desigualdad entre ricos y pobres, el género, el mundo digital y las distintas generaciones donde Guterres ha identificado grandes brechas («grandes cañoñes») que amenazan con romper un mundo donde ha denunciado que se propaga “la enfermedad la desconfianza” y donde ha utilizado como imagen representativa de los problemas «milmillonarios de paseo por el espacio mientras miles pasan hambre en la tierra».
Golpes de estado, EEUU y China
Puso un foco particular en la creciente división entre Estados Unidos y China, a quienes instó a entablar un diálogo tras las crecientes tensiones en su relación.»Será imposible lidiar con trascendentales retos económicos y de desarrollo mientras las dos mayores economías del mundo están en desacuerdo».
“Me temo que nuestro mundo está avanzando hacia dos conjuntos diferentes de reglas económicas, comerciales, financieras y tecnológicas, dos enfoques divergentes en el desarrollo de la inteligencia artificial y, en última instancia, dos estrategias militares y geopolíticas diferentes”.
“Esta es una receta para los problemas. Sería mucho menos predecible que la Guerra Fría. Para restaurar la confianza e inspirar esperanza, necesitamos cooperación”, dijo.
“Necesitamos dialogar. Necesitamos comprensión. Necesitamos invertir en la prevención, el mantenimiento y la consolidación de la paz. Necesitamos avances en materia de desarme nuclear y en nuestros esfuerzos en la lucha contra el terrorismo. Necesitamos acciones ancladas en el respeto de los derechos humanos”.
Guterres ha llamado a mirar a Afganistán, Etiopía, Myanmar, Sahel, Libia, Siria y Yemen, Israel y Palestina y Haití para entender el abismo.
En una alusión implícita a Birmania, Malí, Guinea o Sudán, lamentó asistir “a una explosión de tomas de poder por la fuerza. Los golpes de Estado militares están de regreso y la falta de unidad en el seno de la comunidad internacional no ayuda”.
Las divisiones geopolíticas están minando la cooperación internacional y limitando la capacidad del consejo de seguridad de tomar las decisiones necesarias», ha dicho. «Está arraigando un sentido de impunidad».