«El PAE dejó de cumplir sus funciones por el mal manejo de los recursos»
Hasbely Bolívar
Sitravargas celebra el acuerdo firmado este lunes por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) con Venezuela para llegar a atender hasta 185.000 niños y niñas a finales de este año. A través de una ampliación gradual, el PMA tendrá como objetivo proporcionar comidas diarias a 1,5 millones de estudiantes para finales del año escolar 2022-2023.
La secretaria de organización de Sitravargas Ana Mercedes Aponte, señaló que ese era el trabajo del Programa Alimentario Estudiantil (PAE) pero este dejó de funcionar a cabalidad desde hace mucho tiempo por el mal manejo de los recursos.
«En su comienzo funcionó, pero a lo largo del tiempo se fue deteriorando hasta casi desaparecer por la improvisación, la falta de planificación, el mal manejo de los recursos, la corrupción y la falta de control social. Al punto de que la comida se desaparecía, no llegaba a las escuelas y si llegaban las responsables del programa las vendían lo que se convirtió en una causa de deserción escolar.
«Hoy no habrá comedor» era lo que leían los alumnos al llegar a la escuela, las madres no tenían otra opción llevar sus hijos a casa para salir a buscar la forme de conseguir el pan del día», explicó.
Por esta y otra razones Sitravargas hoy celebra que «la población más vulnerable (los niños) mediante el Programa Mundial de Alimentos se le brinde asistencia y puedan tener acceso a una alimentación balanceada. Nuestros estudiantes en su mayoría se encuentran en estado de desnutrición, un sueldo de 1$ mensual no les alcanza a un trabajador para comprar alimentos a su familia, gracias a este plan de respuesta humanitaria nuestros estudiantes podrán aliviar la situación de hambre que ha sido una misión imposible del (PAE)», señaló.
Aponte recordó que desde el 2016 han denunciado la emergencia humanitaria compleja que atraviesa el país y que hoy día se ha acentuado debido a las políticas fallidas del Gobierno Nacional.
Mencionó que estudios de El FAO y la WFP cataloga a Venezuela como un país de alto riesgo de hambruna que mantiene al 80% de la población en pobreza extrema.
Y recalcó que un niño bien alimentado tendrá mayor rendimiento en sus actividades escolares, estará mejor preparado para crecer, aprender y para resistir ante posibles enfermedades.