Los pobres salen a trabajar para no morir de hambre y los mata el covid
La pandemia acaba de cumplir un año y sus efectos son devastadores: 2 millones 703 mil 431 muertos y caída de la economía de América, sin incluir a Venezuela, de más de 7%, y se calcula que la hambruna provocada por covid causará decenas de miles de muertes más. Pero, lo peor que se puede hacer es, lo que el gobierno hace: No hacer nada.
Los líderes del gobierno nacional saben, todos sabemos, que la economía ya estaba mal antes del covid con una caída acumulada estimada en 55%, ahora, obviamente estamos peor. Y toca al gobierno tomar las medidas económicas para evitar que entremos al nivel de catástrofe nacional humanitaria.
Son necesarias las medidas correctivas que vayan más allá de la cuarentena radical, que anulan la producción y los ingresos, y que incluyan el apoyo en dinero de verdad, en dólares, a las clases más pobres, cuyo sufrimiento cada día es mayor. Se debe ayudar con al menos 35 dólares mensuales a los más pobres, esto es la mitad del salario mínimo de la pobrísima Haití, para que se evite que la hambruna avance y también para recuperar un poco la capacidad de consumo.
El gobierno tiene un compromiso con sus mandantes, con los dueños de la riqueza venezolana, con el pueblo: Tomar medidas para aliviar las inevitables consecuencias económicas que genera covid.
No es responsable seguir haciendo silencio, o como si no supiera lo que está pasando, pues todos los países del mundo, desde los más ricos Estados Unidos y China, hasta los más pobres están buscando soluciones, y apoyo. El líder es líder porque tiene capacidad para ayudar a su pueblo, porque busca y consigue aliados para enfrentar los problemas y, por supuesto, soluciona.
Nuestros administradores saben que Venezuela tiene muchas riquezas y no hay razones para que el pueblo siga pasando hambre y tiene que pedir ayuda a sus más cercanos amigos: China y Rusia, sin complejos. De lo contrario se seguirá agravando la crisis que sufren los sectores más pobres de este país rico mal administrado. Hay que pasar a la acción ahora, porque el desempleo es creciente, los 7 millones de buhoneros que habían antes de la pandemia, no tienen muchos a quienes venderle ni tienen mucho que vender.
Tenemos un cuadro económico atroz ante el cual no es lógico cruzarse de brazos, lo imperativo es actuar. Pues el hambre es un fuerte aliado de covid que hace más daño a los que están mal o peor alimentados. Pidan ayuda, ayúdense ustedes, pero ayuden a nuestros pobres que tanto lo necesitan. No hay excusas.
Rómulo Herrera