Al Vargas regresarán a clases sin luz, sin agua y sin todos los profesores

Hasbely Bolívar

De iniciar las clases presenciales en marzo tal y como lo informó el presidente Nicolás Maduro, al Liceo José María Vargas, ubicado en Pariata, se le hará cuesta arriba recibir a los estudiantes porque desde el año pasado tienen fallas eléctricas y carecen de agua por tubería.

En cuarentena han recibido a los alumnos para que copien las tareas


“El 7 de diciembre un carro choco contra el poste que está cerca del Mercal y los cables de energía eléctrica se quemaron. De ese poste nos alimentábamos Mercal, CDI de 10 marzo y el liceo”, explicó Zulema Urbina, directora.


Dijo que esos dos centros cuentan con luz robada, «pero según las autoridades policiales nosotros debemos hacer una carta para que restituyan el servicio, pero ¿por qué no lo arreglan sin necesidad de pasar un oficio? Nos hacen caer en burocracia».

Zulema Urbina, directora del plantel


Esta grave falla trae como consecuencia que la bomba de agua no funcione ni tampoco las computadoras, lo que acarrea una excesiva carga de trabajo para la casa tanto para la secretaria del plantel así como para la directora. “Estamos esperando que todo se arregle como es debido antes del regreso”.


Urbina indicó que aún no han recibido lineamientos del Ministerio de Educación para el regreso a clases el próximo mes, por lo que continúan trabajando con su cronograma, donde tiene programado el 3er lapso que arranca en abril.

Carteleras permanecen toda la semana para copiar tareas

«Hay un número importante de estudiantes que no entregan los trabajos puntuales o simplemente no los entregan. Por tal razón, este martes los profesores de Matemática, Química y Biología se reunieron para buscar soluciones a estos casos», señaló.


Para aquellos que no tienen teléfonos inteligentes, en el Vargas implementaron colgar todas las actividades de 1ero a 5to año en las carteleras que están en la entrada del plantel. Las puertas están abiertas de lunes a viernes aún en cuarentena radical para que los alumnos acudan y copien las asignaciones.


“En la semana flexible vienen a entregar las evaluaciones y recibir asesoría pedagógica. Permitimos que vengan de civiles siempre y cuando tengan la camisa e insignia de la unidad educativa. No hay excusa para no entregar los trabajos”, expresó.

El bajo salario y los bonos que les adeudan han sido el detonante para que los educadores renuncien. La directora aseguró que no ha habido deserción de los futuros bachilleres, pero sí se quedaron sin dos profesores: el de física y el de inglés./jd

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