Culmina motín en Tocuyito con el traslado de 57 reclusos
El motín por escasez de alimentos que se registró desde la noche del viernes en el Centro de Formación del Hombre Nuevo El Libertador, en el penal de Tocuyito, culminó con el traslado de 57 reclusos a otras cárceles: 29 partieron rumbo a Barinas, 7 a Mérida y 21 a Táchira. Se desconoce si se ejecutarán más traslados.
De acuerdo al Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), la molestia de los presos se originó luego que 1.500 pollos llegaran al penal y fueran revendidos en Bs. 5 millones la unidad, mientras que el kilo de harina de maíz se revende en un millón 500 mil por custodios y algunos presos con privilegios, en complicidad con un grupo de reos denominados “rancheros”, que son los encargados de cocinar los alimentos en el área de cocina, reseñó Caraota Digital.
La noche del viernes cerca de 160 integrantes de la población penal decidieron protestar por esta irregularidad que afecta también a sus familiares, quienes deben pagar cuantiosas cantidades de dinero por pago móvil para que los reos puedan comer.
El malestar generalizado provocó que los presos subieran a la azotea a quemar colchones y otros objetos, mientras que en la puerta principal del penal se concentraban los familiares, quienes relataron como el 31 de diciembre los presos vieron a los “rancheros” comiendo y bebiendo a sus anchas, mientras a ellos les dieron “dos dedos de agua de arroz”.
“Nosotros siempre le reclamamos a las autoridades del penal por la comida, porque cada vez estamos más flacos. Cada día mueren más compañeros de hambre y nadie hace nada”, denunció a OVP un detenido.
Hicieron un llamado a la Organización de Naciones Unidas (ONU) para que atiendan la situación. “Estamos pasando hambre a diario, nos estamos muriendo de hambre”, manifestaron en el video que fue grabado en horas de la noche en medio de la protesta.
Trascendió que muchos de los internos no pudieron sumarse a la protesta porque su estado de salud no les permite moverse de sus celdas.
Desde el OVP se ha denunciado de forma reiterada que en el Centro de Formación del Hombre Nuevo “El Libertador” hay presos que han bajado hasta 40 kilos de peso en pocos meses por la falta de alimentos, entre otras precarias condiciones.
La ingesta diaria está basada en agua con pocos granos de arroz o pasta, mientras que los últimos días solo les dieron agua de arroz o bollos de harina de maíz. Además las comidas son servidas entre 1:00 o 4:00 de la madrugada, por lo que los reos permanecen largas horas sin probar bocado.