Hoy se cumplen 21 años de la tragedia de Vargas
Este martes 15 de diciembre se cumplen 21 años del día, en 1999, en que fuertes precipitaciones provocaron uno de los desastres naturales más grandes que sufrió el país.
Tras más de una semana de fuertes lluvias y reportes de alerta emitidos por Defensa Civil, ocurrió un deslave de enormes proporciones. Aunque hasta ahora no se conoce con precisión la cantidad de fallecidos, las autoridades indicaron en esas fechas que fueron unos 3.000 muertos, en su mayoría desaparecidos, más de 90.000 damnificados y 130.000 evacuados. Sin embargo, organizaciones no gubernamentales han diferido durante años de estas cifras oficiales al señalar que el deslave enlutó a más de 7.000 familias.
El ministro de Ciencia y Tecnología para la época, ingeniero Carlos Genatios, escribió en un trabajo titulado Vargas: desastre, proyecto y realidad, que los días 13, 14 y 15 de diciembre cayeron 911 milímetros de lluvia y agregó que las condiciones geográficas de la entidad costera fueron determinantes debido a que la distancia entre la montaña y el mar era menor a 10 kilómetros.
Se estimó que 70% de la población y 30% de la infraestructura del para entonces estado Vargas resultaron afectados por este desastre natural que fue incorporado en el libro de Récords Guinness como el alud de tierra que dejó más víctimas mortales en el mundo.
Ambos fueron condecorados. Orión murió en diciembre de 2002.
La furia de la naturaleza acabó con sectores completos como Carmen de Uria o La Pichona, en Catia la Mar, y afectó a otras localidades donde quedaron cientos de familias damnificadas y niños desaparecidos.
El frente costero del estado fue modificado luego de los deslizamientos de sedimentos, lodo y rocas. 5 hospitales y ambulatorios presentaron daños, los sistemas de aguas negras y blancas colapsaron, los servicios de electricidad y telefonía eran intermitentes y hubo zonas que pasaron días sin luz ni señal, y además fueron suspendidas las actividades del puerto y el Aeropuerto Internacional de Maiquetía.
Tras pasar la catástrofe, los primeros meses fueron para reubicar a miles de familias en otros estados del país y remover los escombros. La entidad no pudo recibir ayuda internacional o de empresas privadas y de organismos no gubernamentales tras la negativa del presidente Hugo Chávez. Hoy los guaireños no olvidan los hechos y siguen bajo el temor cuando lluvias caen en la región.
Por eso hoy cuando se cumple un año más de la tragedia, el pueblo de Vargas eleva sus oraciones por los caídos e insta a las autoridades gubernamentales a realizar el mantenimiento preventivo en los cauces, torrenteras y quebradas, y además recuerda a los vecinos de las comunidades no lanzar desechos por el bien de todos.
¡Prohibido olvidar!
