Construyó un rancho para sus cuatro hijos porque vivía hacinada
*Depende de una bolsa de comida y de sus familiares porque su esposo está desempleado
Luis López
“No todos tienen Bs. 58 millones para comprar un caucho de moto”, dice Osklais Quiñones, quien detalla que por esta razón su esposo está sin trabajo desde hace meses.
Esta madre de cuatro menores entre 2 y 11 años, solo depende de la ayuda de sus familiares, una bolsa de comida y de los bonos que solo le alcanzan para mantenerse pocos días del mes.
Al referirse a las condiciones de su vivienda, explica que desde hace ocho años está viviendo en un rancho de tabla en el sector Santa Eduviges. Lo construyó porque vivía arrimada con su mamá.
Expresa que estaban hacinados con doce hermanos para tres habitaciones. “La mayoría de mis hermanos tienen a sus parejas e hijos. La necesidad me obligó a buscar un poco de privacidad, pero ni siquiera tenemos un ventilador porque no hay con qué comprarlo”.
Al referirse al apoyo de las autoridades, se limita a decir que solo los muchachos de Chamba Juvenil han pasado a realizar censos, pero solo se ha quedado en eso porque hasta su casa no ha llegado ningún beneficio.
Señala que Ivivar ha sido diligente con otras familias que no son de Vargas, pero tanto la suya como muchas otras más están en la larga lista de espera y sin respuesta.
Destaca que le falta el agua desde hace dos meses. “Esta semana los muchachos no fueron a la escuela. Los tengo haciendo tarea para mantenerlos ocupados”./jd