Comedor parroquial de Maiquetía reanuda la elaboración diaria de comida


 
*Entregan 270 platos a niños y adultos mayores

Laura De Stefano

La falta de agua, de gas y de transporte no son un impedimento para los voluntarios del comedor de la parroquia San Sebastián de Maiquetía a la hora de elaborar los platos de comida a los más necesitados.

El chef Tony Pereira señaló que desde el 16 de marzo, con el inicio de la cuarentena, la atención se redujo de cinco a tres días. Pero, gracias al aporte de Texeira Duarte, Chúo Tours y de los benefactores Janeth, Wilson y Damián Montaño se reanudó la frecuencia semanal.

El chef Tony Pereira señaló que desde el 16 de marzo, con el inicio de la cuarentena, la atención se redujo de cinco a tres días. Pero, gracias al aporte de Texeira Duarte, Chúo Tours y de los benefactores Janeth, Wilson y Damián Montaño se reanudó la frecuencia semanal.
 
Preparan unos 270 platos de comida diarios que son repartidos a niños y a sus representantes. También a los adultos mayores en condición de vulnerabilidad.

Por las medidas de distanciamiento ordenadas por el Gobierno, se demarcó el atrio de la iglesia y solo se permite el ingreso de dos en dos. Los alimentos son entregados en envases para llevar.

«Comenzamos a las 4:00 am con la elaboración de la comida. A las 6:00 se comienza a emplatar y a las 7:00 a servir para terminar a las 8:00 am. A las 2:00 pm el padre y mi persona salimos a juntar los alimentos para el día siguiente».

Esta labor es posible gracias al trabajo de 15 voluntarios que son un ejemplo de constancia y amor para los más necesitados. Desde hace cuatro años el comedor, que fue abierto un 15 de agosto de 2016, funciona de manera permanente. Antes repartían los alimentos en las calles.

Pereira manifestó que esto es apenas un granito de arena, desearía que el aporte fuera mayor porque son muchas las personas necesitadas. Lamentablemente en el país son muy pocos los que pueden ayudar y los recursos del exterior tardan mucho. «Sin embargo, seguiremos luchando hasta el final, porque en cada una de estas personas veo el rostro del Señor Jesucristo»./LDS

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