Juan Francisco Fernández Acosta (27), un ingeniero en sistemas que había emigrado de Venezuela, lo mataron de un tiro en la cabeza para robarle un celular en el barrio Palermo de Argentina.
Había llegado a la Argentina en 2019 para hacer un posgrado. Graduado de ingeniero electrónico, tenía además una moto que utilizaba algunas noches para trabajar de delivery, un ingreso extra que utilizaba para ayudar a su familia.
«Es algo extremo. Aquí a dos cuadras tenemos una estación de Policía y vivimos una situación de inseguridad. Nosotros allá (en Venezuela) vivíamos siempre vigilantes. Aquí bajamos la guardia porque pensábamos que era más tranquilo y no fue así», se quejó uno de los amigos de Fernández, que dijo conocer a la víctima desde hace poco más de un año.
Según su relato, la familia de Fernández ya se enteró de la muerte del chico. Como no tienen dinero para venir al país, pidieron que les lleven las cenizas del joven. Otro vecino comentó que sus parientes dependían económicamente, en parte, de lo que el joven ganaba en el país.
Fernández vivía en una de las habitaciones de una casa ubicada en la calle Aráoz al 1450, entre las calles Gorriti y Honduras. Allí son varios los emigrados venezolanos que viven juntos o comparten las tardes. Uno de ellos, que prefirió no dar su nombre, contó lo difícil que fue ver a su amigo tirado.
El hecho ocurrió durante la madrugada de este domingo, pasadas las 2, cuando Fernández, se encontraba junto a un amigo, también de nacionalidad venezolana, frente a su casa, a unas cuatro cuadras de Plaza Serrano, corazón del barrio de Palermo.
Fuentes policiales confirmaron que la violenta escena se registró mientras se encontraban charlando, y fueron abordados por un delincuente armado que los amenazó.
“Dame el celular ¿o querés morir?»” les dijo el ladrón, tras lo cual forcejeó con la víctima, quien recibió un impacto de bala en la cabeza.