El número de víctimas mortales del terremoto que el lunes pasado arrasó grandes partes del sureste de Turquía y el norte de Siria ya supera los 33.000, al haberse contabilizado casi 29.605 muertos solo en territorio turco y 3.575 fallecidos en Siria, según las últimas cifras contabilizadas en ese país.
Con esta cifra los sismos registrados esta semana en el sureste del país en los se convierten en los más devastadores desde 1939, según el último balance ofrecido por el vicepresidente turco, Fuat Oktay. La cifra de víctimas supera ya con creces la de los terremotos de 1999 cerca de Estambul, donde murieron unas 18.000 personas.
En Siria, el balance de muertos se sitúa este domingo en 3.575 y el de lesionados ronda los 5 300, registrados en su mayoría en las áreas opositoras del noroeste del país árabe, donde ayer el grupo de rescatistas Cascos Blancos dio por finalizada la búsqueda de supervivientes.
Según datos de esa organización, 2 167 personas fallecieron y 2 950 resultaron heridas en las zonas rebeldes de las provincias de Idlib y Alepo, a las que se suman otros 1 408 decesos y 2 341 lesionados contabilizados en las áreas en manos del Gobierno de Bachar al Asad.