Antes del puente de Mare se aprecia un inmenso hueco causado por el bote constante de tubería de aguas negras desde hace un mes.
“Vino la gente de la Gobernación hace una semana, pero no hicieron nada”, dijo Lorenza Sarramera.
El paso de vehículos se mantiene limitado por el gran agujero que ha dañado un canal de la vía.
Igualmente, es un foco permanente de contaminación que afecta las escuelas de béisbol infantil que realizan sus actividades en las instalaciones deportivas aledañas.
“Hasta que no destapen la salida de la cañería que está debajo del puente será poco lo que se logre. Esa agua está llegando hasta las casas del barrio y filtrándose por el puente”. LL/jd