40 personas irrumpieron en la madrugada en la estación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Tijuana, ciudad fronteriza con California, para incitar a los migrantes retenidos en las celdas a unirse a la protesta para exigir que no los deportaran, lo que detonó un operativo de seguridad pública local y de la Guardia Nacional.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Municipio de Tijuana, José Fernando Sánchez, confirmó que recibió la llamada de auxilio, por lo que de inmediato procedieron con un operativo “para tratar de salvaguardar la integridad del personal y los propios migrantes”.
Tras el disturbio, las autoridades trasladaron a un grupo de venezolanos a la estación del INM en Mexicali, la capital de Baja California, para mantener un mayor control, reseñó EFE.
La mayoría de estos migrantes venezolanos habrían sido deportados recientemente de Estados Unidos, expuso Enrique Lucero, director de Atención al Migrante del Municipio.
Esto es derivado del cambio en la política migratoria que anunció Estados Unidos la semana pasada, lo que ahora implica la expulsión inmediata a México de los venezolanos que crucen la frontera desde territorio mexicano.