Se entiende por voracidad fiscal a la caracterización de una tributación que resulta excesiva, que obvia la capacidad contributiva y tiende a apropiarse del patrimonio de los contribuyentes, sometidos a una carga impositiva irracional que atenta contra el desarrollo y continuidad de la actividad económica.
“La Guaira puede mejorar económicamente siempre y cuando se tenga una confianza entre el inversionista y las políticas gubernamentales. Además, hay que revisar la política tributaria, pues las alcaldías en el país tiene una voracidad fiscal que no va en consonancia con los servicios que prestan ni la productividad del sector”, dijo Cipriana Ramos, vicepresidenta de la Cámara de Comercio de La Guaira.
Para Ramos el consumo ha ido decayendo y con ello se tiene menos ingresos, pues la recaudación de impuestos debe ser proporcional a los ingresos del empresario.
“Los altos costos de servicios han ido incrementando el comercio informal, por no tener que pagar impuestos, por los salarios a los empleados, ya que muchas veces trabajan a destajo y son empresas familiares, las cuales vende mercancía más barata y es cuando esto genera una mayor demanda, por lo que dejan de comprar en comercios formales. Esto se verá mucho más en la temporada decembrina”./GH/at