Corea del Norte disparó este martes un misil balístico desde el área de Mupyong-ri, provincia de Jagang, el cuál trazó su trayectoria sobre el norte del archipiélago nipón hasta caer finalmente en el mar, lejos de la costa y aparentemente sin causar daños.
Esto provocó una reacción inmediata de Tokio, por lo que las autoridades pidieron a los ciudadanos de dos prefecturas del norte, Hokkaido y Aomor refugiarse en edificios o bajo tierra.
Es el primer misil balístico lanzado sobre Japón desde 2017 y aumenta la cuenta para 2022, el año más prolífico para las pruebas de misiles desde que Kim Jong Un asumió el poder en Corea del Norte en 2012.
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, condenó el lanzamiento: “Los recientes y repetidos lanzamientos de misiles balísticos son escandalosos y los condenamos enérgicamente”.
El secretario jefe del gabinete de Japón, Hirokazu Matsuno, señaló que consideraba el lanzamiento como una “amenaza para el público” y dijo que el Gobierno de Japón continuará analizando la situación y trabajando en estrecha colaboración con la comunidad internacional.