El presidente de Rusia, Vladimir Putin, amenazó este miércoles con detener el suministro de petróleo y de gas a los países que impongan un tope a los precios de los hidrocarburos vendidos por Moscú.
“Existen obligaciones contractuales, contratos de suministro. Y si se toma algún tipo de medida política que contradiga los contratos, simplemente no los cumpliremos”, dijo durante el VII Foro Económico Oriental en Vladivostok, capital del lejano oriente ruso.
La amenaza se produce justo cuando el G7 y la Unión Europea barajan diferentes medidas para contrarrestar el encarecimiento de las tarifas del gas ruso, que superan los 3.000 euros por cada mil metros cúbicos.
Rusia “no suministrará nada si va en contra de nuestros intereses, en este caso económicos. Ni gas, ni petróleo, ni carbón”, agregó.
El líder ruso no dudó en considerar una tontería la iniciativa de limitar el coste del gas suministrado por el consorcio estatal Gazprom, aduciendo que eso «únicamente provocará un aumento de los precios».