Un llamado a las autoridades de la Gobernación, Alcaldía e Ivivar hace Erika María Márquez, pues la casa donde vive con sus hijos en La Cabrería, La Guaira, está propensa a deslizarse debido a las fuertes lluvias.
En ella vive desde hace 9 años en este lugar con dos menores de edad embarazadas Rosangela Cunas de 14 años y Bárbara Márquez de 16 años de edad, junto con sus dos hijos.
La precariedad de la situación económica les ha impedido trasladarse a un sitio más seguro. El camino para poder llegar a esta vivienda es totalmente peligroso y más para dos embarazadas. El sendero no está nivelado, no cuenta con barandas y el puente que conecta un sendero con otro es de pavimento deteriorado, culminando con las escaleras que son vigas oxidadas.
Al entrar se puedo observar el suelo deteriorado, altas probabilidades de que se desplomen las paredes y hay hueco dentro de la vivienda desde donde se puede observar el acantilado.
Erika cuenta que “en infinitas situaciones he pensado que la casa se va a derrumbar por las fuertes lluvias, así que opto por enviar a mi hija y mi nuera a otra casa para que no estén en peligro, pero sé que esa no es la solución, por eso hago un llamado a las autoridades. Las puertas de mi casa están abiertas para que vengan, revisen y vean en la situación en la que vivimos”.
Declara que el consejo comunal tiene conocimiento de este caso “pero el proceso es lento” y ha hecho que pierda las esperanzas de recibir alguna ayuda, pues esta no es la única casa en situación de riesgo, otras viviendas alejadas y dispersas se encuentra en la misma situación, ya que están hechas de láminas de zinc y material reciclado.
Historia de Erika Márquez
Erika es proveniente de Petare. Un intento de violación de su hija fue lo que la llevó a huir de su casa y venirse hasta La Guaira para comenzar una vida alejada de esa traumática experiencia.
Comenzó a vivir en Las Cabrería alquilando un pequeño cuarto para poder dormir hasta que ocupó esta vivienda hace 9 años.
Por Rosmaris Martínez