La central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa y actualmente bajo control de Moscú, opera con el riesgo de violar las normas de seguridad contra incendios y radiación tras el ataque ruso de este domingo contra Energodar, la población que la alberga.
Según informó la empresa estatal ucraniana Energoaton en su canal de Telegram, “a partir de las 10:00 am de este lunes 29 de agosto, la central nuclear de Zaporiyia” opera sin que se cumplan todas las normas de seguridad.
Dos unidades de energía de la central nuclear de Zaporiyia, que se conectaron a la red la semana pasada después de cerrarse, están produciendo electricidad de manera constante para las necesidades de Ucrania, agregó la empresa en su canal de Telegram.
Al mismo tiempo, debido a la presencia de militares rusos en las intalaciones donde, según la compañía, mantienen almacenados armas, equipos y explosivos, existen serios riesgos para la operación, segura de la central nuclear de Zaporiyia.
Además, como resultado de los bombardeos periódicos, “la infraestructura de la estación resultó dañada, existen riesgos de fuga de hidrógeno y de sustancias radiactivas y hay un alto riesgo de incendio”, precisó la compañía.