Una explosión ocasionada por una bomba dejó este domingo en el barrio Cristo del Consuelo de la ciudad costera de Guayaquil, en Ecuador, cinco muertos, 16 heridos y al menos ocho viviendas afectadas.
El ministro del Interior, Patricio Carrillo condenó el atentado y calificó el suceso como una declaración de guerra. “Mercenarios del crimen organizado que han narcotizado la economía durante mucho tiempo, ahora atacan con explosivos. No es un problema de la Policía de Ecuador. Es una declaración de guerra al Estado. O nos unimos para enfrentarlo o el precio será aún más alto para la sociedad”.
El Ministerio de Interior ha ofrecido una recompensa de 10 mil dólares para quien ofrezca información sobre lo sucedido. Además pusieron a disposición una línea de atención.
Los primeros testimonios aseguran que sujetos en moto aparecieron de madrugada por el sector del sur de Guayaquil, una zona residencial de escasos recursos, y tras disparar varias veces, lanzaron un saco que después estalló en la calle 8, dejando un escenario de escombros, cables caídos y denso polvo.
No es el primer ataque con explosivos en Ecuador en los últimos años, que ha registrado ataques a cuarteles policiales o destacamentos militares, pero sí la primera amenaza de ese tipo contra zonas residenciales.