Con cánticos y oraciones, los vecinos de la parroquia Naiguatá rindieron honores al Niño Jesús de Curiepe.
La imagen bendita y milagrosa fue recibida por Carolina Sánchez y llevada en procesión por las diferentes calles del pueblo y luego la llevaron a la iglesia San Francisco de Asís.
La fe y la devoción se apoderó de Naiguatá, la gente salió de sus casas a agradecerle al Niño por la sanación física y espiritual.
La tradición de sacar al Niño Jesús en peregrinación tiene más de 200 años y nació de los curieperos.