La Congregación de Misioneras Lauritas en Venezuela rechazó, en un comunicado, el aumento de la violencia contra los pueblos indígenas, en especial el incremento de los asesinatos contra líderes e integrantes de varias etnias del país.
En el escrito, las misioneras recordaron que cada 9 de agosto se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, al tiempo que expresaron su “tristeza y rechazo a los actos de asesinatos que progresivamente han sucedido en el territorio nacional contra personas pertenecientes a diferentes pueblos originarios, como yanomami, piaroa, jivi y pemón, entre otros”.
Señalaron que son testigos “del inmenso sufrimiento y temor que experimentan las poblaciones indígenas que sobreviven a estos trágicos acontecimientos”, y que levantan su voz “como personas de fe, sabiendo que el mandamiento de no matarás sigue vigente”.
La congregación destacó que en los primeros meses de 2022 se han registrado ocho muertes, es decir, una por mes, y ninguna de ellas ha sido esclarecida por las autoridades. Ejemplo de ello es el asesinato en Amazonas del líder del pueblo uwottüija Virgilio Trujillo, quien además pertenecía a la guardia indígena territorial de ese estado.
A más de un mes del hecho, la muerte de Trujillo no ha sido esclarecida y tampoco hay detenidos, pese a que el Cicpc envió una comisión de investigadores para tratar este caso. Las organizaciones indígenas han alertado la desprotección que sufren por parte de organismos del Estado venezolano.
Para las religiosas, todas estas muertes están relacionadas a las actividades ilegales de extractivismo en los territorios al sur del país, y que además están vinculadas al ecocidio y la violenta disputa de los territorios indígenas ancestrales. Por ello solicitaron que se haga seguimiento a todos los casos, se investiguen y se realicen los juicios correspondientes contra los culpables.
“Necesitamos unir fuerzas para que cesen estos actos que interrumpen la continuidad de la vida y la armonía de los pueblos indígenas”, afirmaron.