La cantante Shakira no llegó a un acuerdo con la Fiscalía de España para evitar ser juzgada por cuatro delitos contra la Hacienda Pública y ha decidido ir a juicio por un presunto fraude fiscal, insistiendo en su inocencia.
Declara que su voluntad siempre ha sido seguir adelante en el proceso penal, sin conformarse con una rebaja de la condena que podría corresponderle.
La colombiana considera que este caso constituye una total violación de sus derechos, ya que siempre ha mostrado un comportamiento intachable como persona y contribuyente, y una total disposición a resolver cualquier desacuerdo desde el principio, incluso antes del proceso penal.
En julio de 2021, Marco Jesús Juberías, juez de un tribunal de Barcelona, dictaminó que la cantante podía ser juzgada por una presunta evasión fiscal de 14,5 millones de euros (US$ 17 millones) en España. “Hay pruebas suficientes para celebrar un juicio por la presunta evasión de impuestos en los años 2012, 2013 y 2014”, dijo el magistrado instructor en un fallo.
Argumentó que Shakira vivió más de 200 días en España en cada uno de esos tres años, lo que la hace responsable de pagar impuestos en el país.
Por su parte, Shakira, aún discrepando del criterio de su equipo jurídico sobre el supuesto fraude fiscal, la artista devolvió 17,2 millones de euros a la Hacienda española, la suma presuntamente defraudada más los intereses, y «desde hace muchos años no existe ninguna deuda pendiente», recordó a través de un comunicado.
Lamentó que «jamás» en ningún otro país se ha topado con una «persecución con tal falta de razonabilidad y tan encarnizada», «ni un uso tan evidente de la presión mediática como mecanismo recaudatorio».